Hace 75 millones de años el Troodon era un dinosaurio más, de esos pequeños que corren a dos patas y comen de todo. Pero, según apuntan algunos estudios “científicos” actuales, podría haberse dado el caso de que este bello animalito hubiera desarrollado, con el tiempo, un gen que aumentaría su inteligencia, les habría dado la capacidad de hablar y de paso, les habría dado pulgares prensiles para poder crear herramientas escribir en blogs y tocarse el pene sin arañarse todo el rato. Hasta aquí bien. ¿Si nos pasó a nosotros porqué no a ellos?
Con el tiempo, el troodon se haría más listo, más guapo y más alto hasta el punto de crear una civilización avanzada y (teniendo en cuenta que no queda ni rastro de ella), biodegradable. Pero uy uy uy… un meteorito asesino de reptiles cayó en la tierra, provocando un cataclismo y un cambio de clima nada placentero para los lagartos que se vieron forzados a marcharse a las estrellas. ¿Para siempre? No.
Cuando llegó el momento de regresar, los troodones se encontraron con que la tierra había sido colonizada por unos horribles monos sin pelo (nosotros) y decidieron quedarse en su nuevo planeta para no molestar, aunque hay quien dice que han formado parte de la historia de la humanidad y que siguen presentes en la actualidad, disfrazados y actuando desde las sombras.
Aunque parezca descabellada, la teoría de los troodones, de ser cierta, resolvería muchos de los enigmas de la humanidad. Por ejemplo: las pirámides de Egipto serían obra suya y prueba de ello está en que las construyeron en el desierto (a los lagartos les gusta el calorcito) y al lado del Nilo (los lagartos comen mosquitos). También serían obra suya las pirámides de los Inca sy los Mayas, erigidas en el lugar de origen de los troodones. Y así podríamos seguir todo el día: ¿El triangulo de las Bermudas? Cosa de los lagartos. ¿La aurora boreal? Lagartos ¿Las caras de Belmez? Cosa suya también. ¿Porqué el cielo es azul, la tierra gira, hay gente triste o el chocolate es dulce? LAGARTOS INTELIGENTES DEL ESPACIO EXTERIOOOOORRRL.
Puede parecer un absurdo, pero esta es la base de todas las religiones del mundo.
