Hace
tiempo recibí esta consulta y me pareció tan estúpida que ni siquiera pensaba
responderla pero como ando escaso de colaboración, no me queda otra que hacerle
caso a este personaje. Asi que ahí va la consulta y seguidamente mi sabio
consejo.
Saludos
Dr. Testículo. Soy M de M y tengo el siguiente problema. Resulta que tengo una
vecina, de mi mismo bloque con la que solía encontrarme en la escalera y/o
ascensor y que me empezaba a gustar bastante. Lentamente fuimos conociéndonos
mejor y a veces charlábamos en el parque de enfrente un rato. Todo iba bien
hasta que ella se compró una perrita a la que puso de nombre “Miststas”, como
la del chiste, si. Un día la perrita se le perdió y ella acudió en mi ayuda
pero cuando me preguntó eso de “¿Has visto a Mistetas?” yo quise hacerle la
gracia y le contesté que no, pero que me gustaría verlas. Y desde entonces está
enfadada y ya no me habla.
Ayúdeme,
Dr. Testículo. ¿Qué puedo hacer para recuperar su amistad?
Vamos a
ver, amigo M. Si esto fuera un consultorio de verdad, de esos de despacho, le
habría cerrado la puerta en los morros, pero como la distancia virtual que nos
separa no me lo permite, voy a tratar de ayudarle. Pero antes, déjeme decirle
que si usted quería llegar a algo con esa chica, lo último que debería haber
hecho era nombrarle sus tetas, por muy chistosa que se prestara la situación.
Realmente
se encuentra usted en un punto complicado. Ella está enfadada y apenas se
conocen, lo cual es muy propicio para el distanciamiento y el olvido inmediato.
Lo único que se me ocurre así de primeras es que se haga usted con un perro y
le ponga de nombre “Miscojones”, de modo que en un momento dado pueda acercarse
a ella y decirle “¿Quiere ver a Miscojones?” lo que hará que en ese mismo
instante ella se dé cuenta del compromiso en el que le puso al preguntarle por
su perra anteriormente y comprenda lo equivocado de su reacción hacia usted. O
eso, o le denuncia directamente; pero ese ya no es mi problema.
Y así,
con otro entuerto resuelto me despido. No olvidéis exponer vuestros problemas
al Dr. Testículo escribiendo un mail a capdemut@gmail.com
dejando claro en el título que es un mensaje para el consultorio. Y nada más. A
ser felices.
Chapeau! (o como se diga en francés)
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