Once y media de la noche. Debería estar ya acostado pero me he
entretenido viendo Gran hermano Vip y… estooo… leyendo a Nietsche
quería decir, cuando alguien llama a la puerta. Me extraño. Llaman
de la forma tradicional a pesar de que mi casa es una de esas
modernas que incorporan un pulsador sonoro, también llamado timbre,
pero al mismo tiempo me parece romántico que alguien quiera mantener
esa antigua tradición de usar sus nudillos. Me levanto, me pongo los
pantalones (porque aunque es mi casa y puedo ir como me de la gana,
hay que mantener cierto decoro con los que vienen de fuera) y voy a
abrir.
En el otro lado de la puerta me encuentro con una figura alta,
cubierta con una capa negra con capucha que le llega hasta los pies y
que en sus manos esqueléticas sostiene una guadaña y un reloj de
arena. Entonces me mira con sus ojos vacíos y profundos como pozos y
de su boca descarnada surge una voz cavernosa y antigua como el mismo
tiempo.
-BUENAS NOCHES CAPDEMUT. TE TRAIGO UNA NOTICIA BUENA Y OTRA MALA. LA
MALA ES QUE ESTÁS EN MI LISTA Y ESTA NOCHE DEBERÁS ACOMPAÑARME EN
TU ÚTIMO VIAJE. LA BUENA ES QUE ESTO DE MORIR ESTÁ MUY
SOBREVALORADO. YA VERÁS COMO NO ES PARA TANTO.
Me dispongo a abrir la boca para decir algo pero ella se adelanta.
-PERO TEN MUCHO CUIDADO CON LO QUE DIGAS YA QUE DEBES TENER EN CUENTA
QUE YO SOY ETERNA E IMPLACABLE. CONMIGO DE NADA SIRVEN LAS SÚPLICAS
NI LOS SOBORNOS NI EL ENGAÑO. YO SOY Y SERÉ TAL COMO HE SIDO Y AQUÍ
ESTARÉ HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS EN EL QUE ENVUELVA AL MUNDO
ENTERO BAJO MI MANTO.
Levanto un dedo indicándole que quiero decir algo pero ella sigue
con su discurso.
-Y NO CREAS QUE ESTO LO HAGO POR PLACER NI DIVERSIÓN, NI SIQUIERA
POR DEVOCIÓN, SIMPLEMENTE ES MI TRABAJO Y NO EXISTE OTRA OPCIÓN.
-Muy bien rimado esto último -logro decir por fin.
-OH, GRACIAS. LO LLEVO MUY ENSAYADO -me dice con modestia -AHORA DAME
LA MANO Y PARTAMOS HACIA EL REINO DE…
-No, es que creo que ha habido una confusión. Yo no soy Capdemut.
Capdemut es el de la casa de al lado.
La muerte estira el cuello y mira hacia su izquierda.
-¿QUIEN? ¿ESE DE LA BANDERITA EN EL BALCÓN?
-Si.
-PUES… ¿QUE RARO NO? SI YO SOY IMPLACABLE Y ETERNA Y…
-Ya lo has dicho, pero no es culpa tuya. Paa mucho aquí en este
barrio que todo son casas adosadas idénticas. El cartero siempre se
confunde y acaba metido en la casa de la rubia esa de la esquina.
-ES QUE YA NO SE HACEN LAS CASAS COMO ANTES. AQUELLO SÍ QUE ERAN
CASAs, CADA UNA CON SUS PARTICULARIDADES… ¿SABES QUÉ ME PASÓ EL
OTRO DÍA?
-No pero me encantaría saberlo.
-ME QUEDÉ ENCERRADA EN UN ASCENSOR... EN EL QUINTO PISO.
-Uf… eso sí que da miedo.
-TOTAL. Y LO PEOR FUE QUE CUANDO VINO EL TÉCNICO A SACARME, YA A LAS
TANTAS DE LA NOCHE, AL SALIR LE DI LA MANO EN AGRADECIMIENTO Y SE
MURIÓ.
-No somos nadie.
-DESDE LUEGO.
-En fin… Si no necesita nada más yo vuelvo para adentro.
-AH NO, CLARO. DISCULPE LA CONFUSIÓN, SEÑOR…
-Filibustrausen Mackintosh Xopenhauer. Pero puede llamarme Filmax.
Entonces la muerte saca una lista escrita a mano sobre papiro y
comprueba los nombres.
-ESTÁ DE SUERTE SEÑOR FILIBUSTRAUSEN, DE MOMENTO NO ESTÁ EN MI
LISTA.
-Es bueno saber eso. Buenas noches.
-BUENAS NOCHES.
Y así vuelvo a mis quehaceres cotidianos. Abro el libro, oigo como
alguien llama a la casa de al lado y acto seguido el sonido de
alguien desplomandose en el suelo. Qué cosas pasan. Esto al final
será como decía mi abuelo: Cada uno tiene su destino y le toca
cuando le toca.
Te vas a quedar solo en el vecindario.
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