Reactivamos
la sección del consultorio que llevaba ya algún tiempo parada, no por falta de
consultas si no por la escasez de su interés. Que si “mi novia le hace más caso
al perro que a mi”, que si “un extraterrestre me examinó analmente y ahora no
me puedo olvidar de él” o “me ha salido un bulto raro debajo de la oreja” son
temas que no importan a nadie y por eso no merecen ser abordados en un
consultorio serio como este. Por suerte entre tanta morralla ha llegado un tema
interesante que si va a entrar en antena. Pasemos al mensaje en cuestión:
Hola
Dr. Testículo, soy una mierda.
Cuando
era pequeño me hacía gracia que a mi padre los pelos de las cejas le
sobresalieran de lo que se considera una línea de cejas ya pobladas. También me
hacía gracia que mi madre se las recortara, aunque nunca vi como lo hacía.
Cuando
me mudé a más de 30 km
de mi casa, ya siendo adulto, seguí yendo a la misma peluquería de siempre,
pero hace un tiempo decidí probar suerte en una cercana a mi nuevo domicilio.
Pero un día el barbero me propuso recortarme las cejas y yo, asustado, decidí
mudarme de nuevo, más lejos todavía y cambiar de peluquería. Pero el nuevo
peluquero sigue empeñado en cortarme los pelos de las cejas.
En
ambos casos esgrimen (además de las tijeras y navajas) que es hora de hacerlo,
que ha llegado el momento y que mi virilidad no se verá alterada, pero yo me
resisto.
¿Hago
bien en oponerme? ¿Cambio de peluquería de nuevo?
Firmado:
Viaducto
de Segovia.
Querido amigo Viaducto, me temo
que toda resistencia será inútil. ¿Te suena la frase "Abandone
toda esperanza quien entre aquí"? La inventó Dante Alghieri para rotular
la puerta del infierno en su obra “La divina comedia”, pero se dice que se
inspiró en una barbería el día que le propusieron recortarse las cejas. ¿Por
qué? Vamos a hacer un poco de introspección reflexiva colindante.
Para los hombres, la cuestión capilar es de suma importancia
para determinar los cambios de ciclos vitales: El primer afeitado, la aparición
de vello púbico, la temida alopecia… En el caso de las cejas, el momento en que
éstas de desbocan y crecen sin límite ni orden representa un punto de inflexión
mucho mas importante de lo que uno cree. ¿Por qué? Voy a explicar algo que no
todos saben.
Cuando un barbero/ peluquero/ esquilador de cabras le
recorta las cejas a alguien, envía un comunicado cifrado a la NASA que activa
un protocolo vía satélite que cambia para siempre la vida del individuo. A
partir de ese momento la publicidad que aparece en televisión pasa de anunciar
coches deportivos a cremas antiarrugas, los anuncios de internet de “encuentra jovencitas
calientes en tu zona” pasan a “mujeres maduras desesperadas de la vida (como
tu) buscan hombres (no necesariamente como tu, pero es igual porque estáis
acabados y os vale cualquier cosa)” y los vecinos ponen la música mas alta de o
normal, los niños hacen mas ruido al jugar de lo habitual y la viagra aparece
de repente en todas las farmacias y supermercados en primera fila, donde antes
estaban los condones y los chicles.
Es por ello que podemos llegar a la conclusión, señor
Segovia, de que recortarse las cejas es algo tan inevitable como morir o mirar
si ha llegado un wasap cuando pillamos un semáforo en rojo y toda resistencia en
vano. Así que déjate llevar por tu peluquero, recórtate las cejas y ábrete a un
nuevo mundo mejor adaptado a tus necesidades, lleno de posibilidades y sigue tu
instinto. Es hora de dejarse llevar por la corriente y empezar a vivir.
Un amigo de un amigo, me ha dicho que a un amigo, tras pasar sus cejas por manos de un barbero, le llamaron del proptólogo, ¿es eso posible?
ResponderEliminarDesconozco qué es un proptologo, pero suena muy divertido. No como el proctologo, que te mete cosas por el culo.
Eliminara mi corrector le pasaba lo mismo, no sabía lo que era y eso da mucho por culo.
Eliminarpues eso, proctólogo, con tilde y todo para que no se diga.