Hay una
rusa de pie en la acera. Frente a ella, un paso cebra se extiende hasta la otra
acera. Es una rusa típica: Rubia, alta, estilizada, atractiva; Viste bien y
lleva una maletita en la mano. Es hora punta y hay muchos coches en esa calle.
Los pasos cebra no son lugar para hacer el tonto. |
El
primero se detiene para dejarla pasar, pero la rusa se niega; Al parecer esa no
es su intención y el coche se va. Hay que dejar claro por qué los conductores
siempre se detienen cuando una mujer guapa quiere cruzar: Para mirarle el culo
y que ella, encima, les dé las gracias. Haced la prueba hombres del mundo;
Podéis pasar todo el día en un paso cebra sin que os hagan puto caso pero
cuando se plante una chica a vuestro lado, podréis pasar con total
tranquilidad. Pero volvamos al tema. Un segundo coche se detiene y le indica
que puede cruzar pero la rusa se niega una vez más; El coche se pone en marcha
de nuevo. Esto es algo terriblemente irritante; Si alguien no quiere cruzar no
debería estar de pie frente a un paso cebra; Cualquier otra persona se habría
llevado una reprimenda en forma de claxon, pero ella es una rusa cuyo cuerpo ha
sido esculpido por los dioses del hielo y la nieve y todo se le perdona. Pero
no nos desviemos. Un tercer coche se detiene, ansioso por hacerle un favor;
Dejarla pasar será lo más cerca que esté en su vida de tirársela, pero no, ella
no acepta y el hombre se aleja con una media sonrisa tonta. Solo queda un coche
y después voy yo y como desplazarse en camión te da otra perspectiva (más alta)
y he podido ver todo el proceso pienso “Yo no le voy a decir ni mu. Yo paso y
así no tengo que detenerme y luego arrancar de nuevo” pero sucede algo
inesperado; El último vehículo delante de mí se detiene, la rusa niega que
quiera pasar y el conductor parece enfadarse. Hace aspavientos con las manos,
dice algo que no llego a entender y la rusa reacciona, abre la puerta del coche
y se mete en su interior, desapareciendo en el horizonte con su silueta
recortada en la puesta de Sol.
Me
sorprendo un poquito pero en seguida pienso que se conocerían, que habrían
quedado rato atrás justo en ese paso cebra. Sería algo normal y explicaría el
comportamiento de la chica. Pero no. Puede que la realidad sea una muy otra.
Puede que la rusa estuviera harta de que los hombres la juzgaran por su
aspecto; Puede que le asquearan todos los prejuicios sobre mujeres atractivas y
las facilidades que se encontraba en la vida frente a otras mujeres menos
atractivas. Quizás la rusa del paso cebra quería saber qué se sentía al ser
tratada como a cualquier ser humano. A lo mejor la rusa se marchó de su país en
busca de un lugar donde alguien pudiera ver qué había en su interior sin
preocuparse por su concupiscente envoltorio sicalíptico. Seguro que la rusa
había cruzado toda la estepa rusa, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y
quién sabe cuántos países más, deteniéndose en todos los pasos cebra a la
espera de un hombre que en lugar de una tonta sonrisa fuera capaz de
reprocharle su poco cívico comportamiento sin dejarse manipular por su aspecto.
Puede que llegara a España y fuera ahí, en ese paso cebra donde encontró al
hombre de su vida junto a quien comenzar una nueva vida; Una relación no basada
en las tonterías de “Mira mi mujer que
tetas tiene” ni “Te vendo fotos suyas durmiendo en ropa interior”; Puede que la
rusa del paso cebra haya encontrado, por fin, el amor verdadero. O a lo mejor
no; Igual si se conocían de antes y todo ha sido una paranoia mía porque tengo
mucho tiempo para pensar en gilipolleces y un blog donde escribirlas. Quién
sabe.
Moraleja
de todo esto (que siempre queda bien): Si eres soltero y buscas una mujer
atractiva con la que convivir, no dejes pasar a ninguna rusa en un paso cebra.
Total… ¿Qué es lo peor que te puede pasar? ¿Qué la atropelles y vayas a la
cárcel? Yo creo que merece la pena.
Aquí vemos a la típica rusa que espera su turno para cruzar, pero vosotros ni caso, ni que esté lloviendo, que nunca se sabe por donde te puede salir.
¿Por dónde queda la sabana rusa? Y, una pregunta más, llámame mal pensada pero, ¿no sería una puta?
ResponderEliminarQuería decir "estepa rusa" pero tengo tal cantidad de conocimientos en el celevro que a veces se me traspapelan las cosas. Edito la entrada por si entran más remilgados.
EliminarY no, no ejercía la prostitución. No eran horas, atuendo ni lugar para ello.
Gracias por comentar.
Disculpa por lo de la sabana-estepa, pero no era mi intención molestarte, de hecho lo di por cierto y por eso quería saber por dónde quedaba, fíjate si tengo fe en tus conocimientos y tú llamándome remilgada.... Aún así cerebro tu decisión de editar la entrada para ahorrar quebraderos de cabeza a futuros lectores. Como siempre, un cordial saludo.
ResponderEliminarP.D.: las putas nunca duermen, da igual la hora del día, y del atuendo mejor no hablo.
Realismo en estado puro. Toda tía buena exagerá de la vida, sueña con un hombre que no aprecie sus encantos, y tener que pelear tanto como una mujer que no va con las pechugas por delante. Sí, sí, sí, sí...
ResponderEliminar(Me cuadra más lo de la puta).
Putas en quaresma mal comen, pero bien rezan.
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