jueves, 23 de mayo de 2013

Therrormix: El cocinero del apocalipsis (introducción)



Aviso: Esta es una historia de horror cósmico y acción “pulp” que contiene lenguaje vulgar y grosero, así como escenas que pueden resultar ofensivas para lectores sensibles. Avisados estáis.

La llegada (Introducción):
En un rincón perdido de la sierra de Montsiá (Tarragona), dos yonkis observan el cielo estrellado; Es una noche ventosa y, amparados por el único muro en pie de una antigua construcción, se dejan llevar por conversaciones incoherentes al límite del sueño opiáceo. De pronto una luz cruza el cielo y sus ojos se abren ligeramente a la vista de tal fenómeno.
-¿Has visto eso? –Dice uno.
-Ya ves, pedazo estrella fugaz. –Responde el otro sin mover ni un centímetro de su cuerpo.
-¿Sabes que deseo he pedido? Que se vaya a la mierda todo el mundo.
-¡Pero no lo digas que no se cumple!- Interrumpe el otro.
-Bah, que más da…
Pero ninguno de los dos sabía que por una casualidad del destino, su deseo estaba a punto de cumplirse.

Minutos después, el objeto luminoso procedente del más ignoto rincón del espacio exterior, impacta en algún lugar del Desierto de los Monegros (Aragón).  La explosión levanta una nube de polvo que se alza casi un kilometro en el aire, abriendo una herida en la tierra en forma de cráter y en el fondo del mismo, un objeto metálico todavía al rojo vivo, se abre como una flor cibernética y de él emerge un ser mecánico de blasfema construcción. Durante unos minutos analiza el entorno y espera a recibir sus directrices directamente del otro extremo del cosmos. En unos minutos éstas llegan y son claras: Infiltrarse, conocer, y dominar a la raza humana para obtener el control total del planeta tierra. El todavía amorfo ser comienza a mutar.
A las pocas horas llega una patrulla de la guardia civil con la misión de acordonar el perímetro hasta que lleguen los científicos que deben estudiar  el fenómeno. El agente Peláez, brigada al mando, decide acercarse al cráter para ver con sus propios ojos qué ha pasado allí. Nadie se atreve a recriminarle por su osadía. Sus compañeros ven como desciende y se agacha sobre un objeto brillante del tamaño aproximado de un perro pequeño. Lo examina, le da algunas vueltas entre sus manos y exclama:
-¡Mirad, es un robot de cocina de esos tan modernos! Metedlo en el coche antes de que lleguen los cerebritos… Lo contenta que se va a poner mi mujer.
Peláez guarda y tapa con una manta el robot. Cuando lleguen los científicos, no habrá nada de interés en el lugar.

Therrormix: El cocinero del apocalipsis (una odisea épica en tres actos, o cuatro).
(Muy pronto en vuestro blog favorito. Bueno no, en éste.)

2 comentarios:

  1. Desde la historia de los reyes magos que esperaba que volvieras a hacer algo parecido. A ver que tal esta, parece interesante, solo una pregunta, ¿van a salir tetas? ¿o tendré que esperarme al siguiente capitulo para saberlo ?que emoción.

    ResponderEliminar
  2. Te agradezco tu interés en una historia en la que ni yo mismo tengo demasiado. En cuanto a las tetas... Ya sabes que si fuera por mi, este blog sería una teta gigante, pero a veces el guión no deja espacio para ello. Ya veremos, ya veremos.

    ResponderEliminar