Hacía tiempo que nadie se acercaba al consultorio, así que he recibido con alegría esta carta, a pesar de que algunos problemas escapan a mi capacidad ayudativa. Vamos a leerlo.
Hola
Dr. Testículo, soy una mierda.
Saludos
amigo. Tengo un problema que no me deja dormir por las noches y que además,
estoy seguro de que afecta a más personas, por lo que creo conveniente
exponerlo en público para así poder exponerlo a la mayor cantidad de personas.
El caso
es que yo era una persona normal, con una vida feliz y tranquila hasta que un
buen día buscando videos de gatitos en Internet me topé con uno de esos videos
para adultos en el que aparecían dos señoritas que muy amablemente y al unísono,
felaban a un afortunado caballero.
Tal
visión, aunque fugaz, me turbó en sobremanera pues no pude dejar de preguntarme
cómo una persona, nacida en condiciones similares a las mías y viviendo en una
estructura social parecida, podía llegar a tal posición privilegiada.
¿Se
trata de pura suerte o de una estrategia bien diseñada?
En caso
de ser lo segundo y admitiendo que me costaría creer lo primero…
¿Cómo podría
hacer para verme en esa misma tesitura?
¿Cuál es
el secreto, Dr.?
Querido
amigo anónimo. Ante todo le agradezco que haya aprendido a escribir en su
momento, ya que normalmente la gente que se dirige a mi lo hace con una gramática
que hace que me sangren los ojos.
En
cuanto a la respuesta a su pregunta… Lamento decirle que por primera vez desde
que tengo abierto este consultorio, no voy a ser capaz de solucionarle esta
duda.
¿O
acaso cree que si yo supiera como lograr eso estaría aquí en este consultorio
de pacotilla? Por favor…
Quizás la clave esté en los abdominales... |
Vaya, ¡qué decepción! Yo ya estaba con lápiz y papel para tomar notas...
ResponderEliminarMe creo lo del papel pero... ¿Seguro que eso que tienes en la mano es un boli?
ResponderEliminarPara todo lo demàs mastercard
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