Algo que debe tener en cuenta todo padre es que, lo primero que su hijo/a debe saber acerca del mundo es a conocer su género (sexo), especie y grupo. El saber que es un mamífero no solo le abrirá las puertas al saber sino que evitará futuros problemas. Y para guiar a los incautos padres aquí va un pequeño resumen de lo que los pequeños deben aprender:
Los seres humanos, por norma general, mantenemos nuestro
cuerpo a una temperatura constante de 36º; Eso sirve para que nuestro organismo
funcione correctamente, sin problemas. Y para velar por que esta temperatura se
mantenga así, poseemos unos mecanismos (cuyo funcionamiento desconozco, pero me
la pela) que se encargan de velar por ello.
Por todo eso, podemos permitirnos el vivir en temperaturas
ambientales variables, aunque sin pasarnos. El frío, por ejemplo, no es
problema para nosotros ya que el ser de sangre caliente, nos proporciona un
sistema de calefacción que hace que podamos pasearnos en ambientes diez o
quince grados inferiores a nuestra temperatura sin problemas o incluso menores
si nos abrigamos un poquito. Pero con el calor es diferente; Sin un sistema de
refrigeración adecuado (los reptiles si lo tienen), a la que nos movemos por
temperaturas similares o superiores a la nuestra, nuestro cuerpo se
sobrecalienta pudiendo ocasionarnos problemas serios de salud, tales como la
cocción cerebral o el paro cardíaco.¿Y a que viene todo esto? Pues viene a
ilustrar (y rellenar) una de mis maravillosas experiencias como padre.
Vacaciones, pereza, sueño, siesta… Me quedo dormido en el
sofá con una temperatura de aproximadamente 30º a mi alrededor. Tengo calor
pero el sueño me impide moverme y comienzo a soñar. Estoy en un desierto, bajo
el sol, sentado en una silla de aluminio y comiéndome una enchilada picante;
Sudo y no tengo nada para beber; Unas chicas se ponen a jugar al volley-playa
frente a mi; No hay playa pero si muchas pelotas botando por todas partes. Sudo
mas, me muero de hecho. Despierto en el sofá, tapado con varias mantitas,
servilletas de papel fusionadas a mi piel y con una montaña de peluches peludos
(de ahí su nombre) sobre mi. Me quedan pocos segundos de vida, así que reúno
todas mis fuerzas (que ya son pocas) y aparto todo lo que me cubre de un
manotazo. Estoy al rojo vivo sin poder apenas
respirar. Em algún lugar suena una risita y oigo la voz de mi hija
diciendo “Ji ji, te he tapado”.
Yo ya he llegado tarde, pero vosotros aún estáis a tiempo de
explicarles todo el rollo ese del principio sobre las temperaturas y la sangre
caliente.
Este soy yo, segundos antes de levantarme del sofá.
Como siempre haciendo un mundo de un granito de arena. Me gustaría saber cómo describirías tú un embarazo en primera persona, o levantarse 15 veces en una noche. Ciertamente la nena está cogiendo como costumbre amontonarte todos los juguetes encima cuando te ve dormido, algún día te haré una foto y la pondremos en mi blog imaginario: la noche del ovario.
ResponderEliminarPara qué ponerlo en el imaginario pudiéndolo poner en el "real", ¿o debería decir "principesco"? En cualquier caso, no le quites la costumbre a la niña que en un mesecito o dos lo agradecerás.
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