viernes, 3 de octubre de 2014

Pornografía gastronómica



Yo no veo mucho la tele, pero mi mujer sí y por lo tanto yo también, y es así como me he ido fijando en la enorme cantidad de programas gastronómicos que existen. Será moda, será que la gente de repente quiere aprender a cocinar o será que no dejan de ser un Gran Hermano en la cocina, pero sea como sea, parece que han venido a sustituir a todos esos cantarines y tertulianos exaltados a los que nos tenía acostumbrados la mal llamada caja tonta (los tontos somos nosotros por mirarla todo el rato como gilipollas).

Pero el caso es que, además de que he empezado a escribir una entrada sin tener muy claro de qué voy a hablar y mucho menos como la terminaré, me parece que he ido pillando las pautas básicas de esos “realitys” y cómo se hacen con la atención del público, y no son tan diferentes a las de otros programas relacionados. Y ahí van:
1: Gente anónima. Lo más parecido a salir por la tele (y cumplir así el sueño de todo ser humano) es sentirse muy identificado con alguien que sale en ella. Es por ello que meter una enorme variedad de seres humanos con sus defectos, sus neuras y sus idioteces ante las cámaras es el primer paso.
2: Gente con habilidades limitadas. Vale que van de expertos y que algunos saben bastante, pero siempre llega un momento en el que piensas: “Mira lo que ha hecho el inútil este, será posible…” y ello nos hace sentir bien.
3: Gente llorando. No hay nada como ver cómo humillan a los demás y les presionan hasta el límite de sus fuerzas. Un adulto llorando a moco tendido porque el pollo le ha quedado salado y el chef le ha pegado la misma bronca que si hubiese envenenado a su madre es un espectáculo irrepetible.
4: Personajes extraños. Además de los concursantes, algunos de los cuales son gentes de museo, tenemos a cocineros profesionales como el chef Ramsey “escupesalsas” que disfruta diciéndoles a los concursantes que lo que han hecho es basura  o en la edición española a un tal Yayo Laporta que está entre Forrest Gump y el T-1000 de Terminator2. 

Pero a lo que quería ir desde el principio es que estos programas son a la cocina (doméstica) lo mismo que la pornografía al sexo (domestico). Es decir que allí ves cómo se hacen las cosas que nunca comerás, cuales son los ingredientes que nunca tocarás y las cocinas en las que nunca te verás. Es un programa que ves en pareja y te abre el apetito de cosas que luego no te van a salir igual y que aun poniéndole empeño, muchas de ellas acaban dando un poco de asco, como los testículos de mono con curry y leche materna de perro.
Así que habrá que esperar, a ver qué será lo siguiente. Yo tengo varias ideas pero no voy a pronosticar nada, que luego me dicen que soy influencia y creador de tendencias y no, ese rollo no me va.

Aquí vemos a Courtney, la ganadora de la quinta edición del Masterchef americano. En serio.

2 comentarios:

  1. Jo, lo que me he reído... porque es verdad como la vidad misma... ;)

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  2. Oh!
    Alguien ha leído esta entrada!
    Y dice que le ha gustado!
    Te agradezco el comentario, amigo. Nunca lo sabremos a ciencia cierta, pero puede que con él hayas salvado el blog.

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