sábado, 26 de noviembre de 2011

El incidente de Belén (Baltasar pt2)

Melchor y Gaspar estaban sentados a la sombra de un olivo centenario en lo alto de una colina cuando vieron llegar a Baltasar. Éste vestía las ropas propias de un rey: Una túnica con bordados, babuchas de la mas fina calidad y un turbante adornado con un broche enjoyado. Cuando el rey negro vió a sus antiguos compañeros de viaje se sorprendió en sobremanera; Melchor parecía un comando salido de una mala pelicula de Chuc Norris y Baltasar tenía sus ropajes hechos harapos y sostenía en la mano un bastón manchado de sangre.
-Ya veo que la vida no os ha sonreído amigos. Pero decidme... ¿En que podría ayudaros yo para hacerme venir con tanta urgencia?- Dijo Baltasar al llegar ante ellos.
-Estamos jodidos.-Dijo Gaspar.
-Jodidos. -Repitió Melchor sin ánimo.
-Ya veo. No teneis buen aspecto, pero no creo que yo pueda hacer nada por vosotros. Tu sabes, Gaspar, que ya no vivo en este lugar ni en este tiempo.
-¿Pero que está diciendo?- Preguntó Melchor sin entender nada.
-Cuando acabó todo, Dios te maldijo, a mi me concedió el poder de cagar oro y a Baltasar, al ser negro, le concedió la habilidad para viajar en el tiempo.
-Aaahora entiendo.-Respondió màs tranquilo Melchor. -¿Y qué es ahora de tu vida?
-Bueno... yo... estuve viajando hacia el futuro y me instalé en el principio del siglo veintiuno. Me dedico al cine.
-¿Al qué?- Preguntó Melchor.
-Oye, y qué dice la historia de nosotros? - Preguntó Gaspar.
-Es curioso, pero no queda ni rastro de nuestro paso por el mundo.
-¿Y del niño? ¿Que pasará con el futuro rey?
-Mmm... No creo que te gustara el final. Hicieron una peli sobre él hace poco.
-¿Una qué?- Preguntó Melchor, confuso.
-Eso no importa. Decidme qué quereis de mi y veré que puedo hacer.
-Necesitamos que nos escondas. El mundo entero quiere matarme a mi y a los que conmigo están. Llevanos contigo al futuro.
-Eso es una locura.-respondió baltasar algo ofendido. -El don es mio y nunca he intentado llevar a alguien conmigo. Podría ser catastrófico. Además, las cosas no son tan fáciles en el futuro.
-Yo cago oro. No tendríamos problemas de dinero en ninguna época.
-Vosotros no lo entendeis. No se puede llegar de repente al siglo veintiuno con un puñado de mierdas de oro puro y simplemente vivir. Hay unas normas y unos inspectores que vendrían a averiguar de donde ha salido tal fortuna.
-¿Inspectores?- Gritó Melchor levantandose de un salto. -No se como serán esos inspectores, pero como traten de hacer algo... -Entonces sacudió tal patada al tronco del olivo que éste tembló de la raíz hasta la copa y varias olivas maduras cayeron sobre el turbante de Baltasar.
Éste ladeó la cabeza frustrado y al mirar hacia abajo, donde se hallaba la ciudad mas proxima vió a un grupo formado por varias decenas de hombres armados y algunos cientos de ovejas rabiosas que corrian hacia la colina.
-¿Quienes son esos?
-Vienen a matarnos. -Le respondió Melchor sin girarse a mirarlos.
-Pero... nos haría falta una ametralladora para acabar con todos ellos. -Dijo Baltasar, asustado sin palidecer, pues su piel se lo impedía.
-¿Una ametraqué?
-Da igual. No tenemos tiempo, cogedme de las manos.
Y los tres reyes de oriente se cogieron de las manos, como ya hicieran tiempo atrás, antes de comenzar su viaje. Y mientras la turba enfurecida subía con sed de sangre la colina entre gritos, insultos y balidos, una energía desconocida envolvió a las tres figuras y éstas desaparecieron con un chasquido, para no ser vistas nunca más... en su tiempo.

(Epílogo)
Y lo que la historia no llegó nunca a contar fué que los tres reyes desaparecieron, rumbo al siglo 21. El maldito, el por siempre rico y el viajero en el tiempo(o negro, como se le conoce habitualmente). Pero como éste último sospechaba, su habilidad para viajar a través de los milenios no funcionaba correctamente llevando pasajeros y solo le permitió saltar de año en año, teniendo que descansar una noche entera para saltar de nuevo.
Cuenta la leyenda que esa noche, la del 5 al 6 de enero de todos los años, puede verseles en nuestro mundo, buscando un lugar donde descansar para desaparecer de nuevo al dia siguiente y reaparecer al cabo de un año (creo que ya se había entendido pero quiero que esto quede más largo), hasta que lleguen a su destino.
Y así termina la verdadera historia de los tres reyes de oriente.

2 comentarios:

  1. Políticamente incorrecto.

    Esta terminología, muy en boga últimamente, se ha estado utilizando como sinónimo de irreverente, yo, sin embargo, la estoy usando en sentido literal.

    P.D.: esto es lo que he podido rescatar del mensaje anterior, me ha pasado como a ti, ha caído internet y con él mi comentario original.

    ResponderEliminar
  2. Pues con tantas terminologías no me ha quedado claro si te ha gustado o no... Tendré que escribir mas gilipolleces para darle valor a esto.

    ResponderEliminar