jueves, 29 de septiembre de 2011

Primera entrada dedicada a la paternidad publicada en Abril de 2010.

Cuando creé este blog me prometí no escribir sobre mi hija, que estaba en camino, ni sobre todo eso que representa la paternidad. Siempre me han parecido exagerados los padres que idolatran a sus hijos, y especialmente, los que pretenden que los demás compartamos su fantasía. Un crio es un crio y a nadie debería importarle más allá de eso. Hay que entenderlo aunque cueste: Los niños solo gustan a sus padres. Todos los demás fingen.
La cuestión es que después de visitar blogs dedicados enteramente a un crio, mostrando su evolución desde el espermatozoide hasta que éste tiene uso de razón y rechaza a sus padres por haberle hecho un blog sin su permiso, y después de oír los consejos de decenas de padres que disfrutan sintiendose superiores ante el que todavía no lo es, he decidio si hablar de la paternidad, puesto que hay algunos mitos con los que quiero acabar. O por lo menos con la idea de que son universales.

El primero, y que mas me afectó fué el que dice que cuando uno ve la cara de su hijo/a por primera vez, toda su vida, valores, anhelos, sueños y esperanzas cambian para siempre. No sé si alguien siente realmente eso, y si es así lo respeto, pero a mi me parece que ahí se ha exagerado mucho. Cuando me asomé para ver salir a mi hija vi muchas cosas traumatizantes para mi, pero nada de mágia.
Lo malo fué que me sentí mal. Pensé "Mi hija ha nacido hace cinco minutos y ya soy un mal padre".
Y todo por culpa de los consejos que nunca pedí.

Señales (Invasión alienígena chapucera)

Otra entrada de "Arte y cultura" de mi anterior blog. Aquí comentaba (que no criticaba) una película que me gustó especialmente del gran Mel Gibson.

Nunca he sido un gran amnte del cine (ni de las peliculas), pero si hay una que no me canso de ver, esa es SEÑALES de Mel Gibson.
En esta superproducción, el seños Gibson "interpreta" a un sacerdote de esos americanos que ha perdido la fe tras la muerte de su esposa y vive con su hijo en un aburrido barrio residencial cualquiera.
¿Coñazo? Si, pero tranquilos porque la cosa se pone interesante cuando unos extraterrestres deciden invadir la Tierra, o lo que es lo mismo: América.
¿Y como se atreven semejantes bichos a invadir un país en el que hasta los niños llevan ametralladoras en el estuche del cole? Pues muy sencillo: Los humanos no conocen el punto débil de su raza intergaláctica ni su arma secreta. Y con esa confianza, desembarcan en el pueblo de Mel sembrando el terror entre la población.
¿Acción trepidante? En absoluto. Los extraterrestres resultan ser mas blandos que la mantequilla y su confianza en si mismos les hace venir sin un arma y completamente desnudos (si, igualitos que ET) y claro, miedo dan, pero ya está.
Tras unas escenas de relativa tensión, se descubre que el punto débil d elos bichos es el agua. Si, si, el agua de grifo ni mas ni menos. Y entonces el espectador astuto piensa "¿Y como vienen a un planeta con tanta agua sin traerse un miserable chubasquero, paraguas y botas de agua?" Y es que si llueve mueren todos los pobres bichos pero esto a ellos parece darles igual. Todavía les queda un arma secreta: Una pequeña nubecita de gas venenoso que, lanzada justo a la cara de una víctima previamente inmovilizada PUEDE causarle graves problemas respiratorios. Por favor, extraterrestres, para esto no vengais.
¿Que pasa al final? Pues que a base de vasos de agua y golpes en sus zonas vitales (un punto rojo brillante igualito que los jefes finales del Shinobi y otros muchos videojuegos de los 80), los invasores se ven obligados a regresar a su planeta humillados, no sin antes dejar al hijo de Braveheart medio afectado por el veneno, dando asi pié a una interpretación dramática magistral de su padre.
¿Moraleja? Ninguna. Pero si es necesaria para el buen funcionamento de la industris cinemaográfica ésta sería: "Si vas a invadir un planeta, informate antes."
Por cierto, todo esto ha sido un espoiler. Si alguien va a verla que no lo lea. Vale, tendría que haberlo escrito arriba. ¿No?
-Papá, papá! hay un alienígena desnudo en el jardín!-Coño! Enciende los aspersores, hijo mío,

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Los despertadores son buenos

Hoy mismo me comentaba un conocido cuánto odia a su despertador; Me ha dicho que detesta su sonido y la hora a la que le despierta todos los dias, como si eso fuese cosa suya, pobre aparato. Yo no he querido discutir con él porque soy un tio extremadamente violento y cuando alguien me hace la contra enseguida llego a la sangre, así que le he dado la razón como a los tontos y me he ido.
Y es que los despertadores son animales buenos. Ellos están allí toda la noche, velando por nosotros, dandonos la hora y esperando a la hora justa, exacta, que nosotros les hemos dicho antes de acostarnos para despertarnos de la forma más suave que saben, pero eso si, con determinación. No s elos otros pero el mío, si ve que no me levanto, espera ocho minutos y suena de nuevo, no sea cosa que se me peguen las sábanas y llegue tarde al (puto) trabajo.
Yo nunca podría odiar a un despertador. Yo solo odio todo aquello que el Sol ilumiona por las mañanas.

martes, 27 de septiembre de 2011

Esta es la primera entrada de la sección "Arte y cultura" publicada en mi otro blog y que quiero pasar a este en su totalidad. En ella hablaré de cine, literatura y arte en general así como de otros temas de interés cultural. O no tanto.

El otro dia estaba viendo algún canal de esos raros en la tele y me encontré con una serie que hacía años que no veía. Se trataba de El pequeño saltamontes (ya sé que no es ese el título pero todo el mundo la conoce así), y como no la pude apreciar en anteriores estadios de mi vida, me decidí a visionarla.
En ese capítulo, David Carradine, que era una especie de monje de shaolín renegado y sin ser chino del todo, llegaba al oeste, donde le convencían para trabajar en las vias del ferrocarril. Una vez allí, descubría que los capataces eran malos de cojones y explotaban a los chinos hasta la muerte; Y no solo eso: Planeaban volar un túnel con todos los chinos dentro.
El prota, como no, se entera de los malignos planes de sus jefes y viendose incapaz de convencerles con palabras, les da una somanta de palos hasta que cambian su punto de vista sobre la situación.
Estuvo entretenido, pero no me llegó a fascinar. De todos modos, siempre es bonito encontrarse con una serie que nos enseñe que todos los problemas, por difíciles que parezcan, pueden arreglarse a base de puñetazos y patadas giratorias.

El consultorio de Capdemut

Esta espero que sea una sección fija en el blog. El funcionamiento será sencillo: La gente que tenga cualquier duda existencial de cualquier tipo podrá mandarmela por mail a mi dirección capdemut@hotmail.com poniendo en el título del mensaje "Ayúdeme capdemut, soy un mierda" y a continuación, explicar su problema.
En tener una solución, razonamiento o simplemente consuelo, procederé a reproducir el mail junto con la rspuesta en este mismo blog.
Espero que sea el principio de una gran sección.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Algún dia seré caca

Esta es una de las reflexiones del anterior blog, publicada en febrero del 2010 que voy a ir "rescatando". Sé que muchos opinarán que no hacía falta tal rescate pero no puedo dejarme influir por opiniones no-natas. Ahi va.

Recuerdo una vez, en una conversación casual que nunca debió haber llegado a ese punto, el comentario de una persona que aseguraba que el defecar le producía un placer mejor que el sexo; A mi, en un principio me pareció un comentario vulgar y desagradable, y decidí despreciar perpétuamente a tal individuo.
Pero con el paso del tiempo, pensé en que aunque el placer físico del acto de deyectar es algo despreciable debido a lo común del mismo, tiene sin embargo un elemento moral que si lo hace placentero, y éste es el hecho de que significa el final de un proceso que nos asegura que nuestro organismo funciona correctamente.
Todo en la vida son procesos que comienzan con el fin de otros. Esto es el fluir de la vida, el círculo eterno que siempre termina en un excremento.
Y yo, a veces, cuando termino mi proceso me agacho y miro a los ojos a ese excremento, muy de cerca, y me doy cuenta de que yo también llegaré a mi fin. Y entonces seré caca.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Presentaciones

Hola, soy Capdemut. No es mi nombre original, claro, pero ya se sabe que aquí todo el mundo usa niks, apodos y otras formas de identificarse. Algunos me conocereis en persona, otros de mi anterior blog (Mediocridad) y otros muchos os habreis pasado po aquí de casualidad; Asi que por si acaso, hago un pequeño resumen de todo.
Hace algunos años miraba con desdén a los bloggers que, como yo ahora, contaban sus miserias en la red, esperando a que alguien lo leyera y les dijera algo, aunque fuera para insultarles.
Pero hace algún tiempo decidí crear mi propio blog para hablar de mis aficiones y hobbies y, muy de vez en cuando, comentaba algo sobre mi vida. Y fueron esos comentarios, reflexiones y relatos los que comenzaron a gustar, y la gente comentaba y eso me sentaba bien hasta el punto que casi abandoné el proposito original del blog, convirtiendolo en un desvarío confuso de tonterías.
Ahora voy a volver a empezar. Dejaré mi antiguo blog para el propósito que fué creado y escribiré aquí todo aquello que se me pase por la cabeza a partir de ahora. También iré copiando algunas de mis viejas publicaciones, para que no se pierdan para siempre en el ciberespacio infinito.
Espero que os guste.
Hoy comienza todo.
Hoy es el día del testículo.