miércoles, 26 de octubre de 2011

Aunque parezca mentira, otra carta (electrónica, claro) ha llegado a mi consulta. Paso a la misma y luego voy con la resolución. Como siempre.

Hola capdemut, soy una mierda
Desde hace unas semanas vivo con un dilema que me trae por la calle de la amargura. Y es que en la zona donde vivo estamos empezando a sufrir restricciones en el agua corriente y cuando llego por la tarde a mi casa del trabajo solo puedo lavarme la smanos una vez, por eso del ahorro. Pero claro. Como al llegar siento la imperiosa necesidad de orinar, no se si debería lavarme las manos antes o después. ¿Usted que opiona?


Ante todo, gracias por la consulta y puedes tutearme, que no soy tan viejuno aún.
Lo cierto e sque tu caso es algo complejo y debe ser analizado de forma completa, aunque te prometo que encontraré una solución clara y lógica.
Verás, aunque desconozco tu trabajo, pienso que debes de llegar a casa con las manos bastante guarras y que eso te causa cierto reparo para manipular tu miembro viril (al que a partir de ahora llamaremos, para entendernos, pene).
Tienes que pensar que tocarte el pene con las manos sucias puede acarrearte problemas d esalud tales como infecciones, gangrena de esa y otras cosas chungas; por otro lado, si mea sy después no te lavas las manos tendrás ciertos problemas sociales. Pero vamos al análisis:
El pene humano, y más concretamente el masculino tiene tres funciones básicas: Como órgano excretor, reproductor y masturbatorio. Si el pene resulta destruido, quizás un buen médico podría arreglar las dos primeras, pero cuando le dijeses que vinera a por la tercera te iba a mandar a paseo seguro. En definitiva: El pene es importante.
Pero un estigma social como el olor de opene en las manos puede acarrear ottros problemas. Imaginemos que tienes que darle la mano a un amigo que hace tiempo que no ves, que compartes una bolsa de patatas con alguien o que tocas un cristal del autobús donde acto seguido, una chica estampa un beso para su novio que s eva a la mili. Feo.
Así que en definitiva podemos concluir que sin pene no se vive bien y que si un amigo deja de hablarte porque le dejas olor de pene allí donde pasas, eso no es un amigo ni es nada.

Cronicas de parvulario

Hace poco estuve pensando sobre los blogs, la gente que los escribe y la gente que los lee. Todo esto está muy bien por eso de la expresión, la información y el compartir ideas, experiencias y otras cosas biensonantes. Pero pensandolo friamente, es todo un poco triste al final. O sea, un tio (pongamosle yo) cuenta sus miserias que no le importan a nadie y otra gente (pongamosle vosotros) las leen y hasta publican comentarios varios.
Y entonces pensé: "¿Hay algo mas cutre que un tio de 30 y tantos explicando sus cosas?" Pues si: Un tio de 30 y tantos explicando cosas que le pasaron cuando tenía 5. Y así, en mi afán de superación constante decidí comenzar mis Cronicas de parvulario. Para cagarse es ya esto.
Tendría pocos años en esa época y recuerdo que era nuevo en el parvulario. No se que nos enseñaban pero allí los niños ibamos por la hora del recreo, donde podiamos jugar, relacionarnos y ser niños al fin y al cabo. El patio era grande (o al menos proporcionalmente grande para lo que eramos nosotros) y aunque no lo recuerdo con exactitud, sé que en uno d elos laterales, cerca de uno de los muros crecían varios árboles. Chopos supongo pero qué mas dá.
En esa zona arbolada no jugaba nadie porque estaba ocupada por un grupo permanente de niños a los que llamabamos "La patrulla de José Tomás". No me pregunteis el porqué del nombre; Yo no lo inventé. La cuestión es que eran un grupo temible que no dejaban que nadie se acercara a su zona y respondían a cualquier intrusión con violencia. Asi eran las cosas y así las asumiamos en esos tiempos, asi que no teníamos demasiados problemas con eso.
Pero un buen dia todo cambió. Por algún motivo salimos antes al patio y nos encontramos con la zona prohibida desocupada y el grupo al que yo pertenecía (que no teníamos suficiente glamur como para tener un nombre) decidimos ir a jugar a territorio vetado hasta el momento. Y descubrimos que el sitio no era para tanto: El suelo estaba lleno de hojas húmedas, los troncos estaban pegajosos y el muro frío; Además, estabamos lejos de todas partes. Y nos habríamos ido sin mas de no ser que "La patrulla de José Tomás" salió en busca de su rincón y nos encontró allí. Nos miraron, les miramos y aquello s econvirtió en una cuestión de honor.
En pocos segundos comenzó una batalla de gravilla. Yo la recuerdo como algo épico, con puñados de piedrecitas lloviendo del cielo y yo esquivandolas con agilidad felina mientras devolvía los ataques con precisión. Supongo que desde fuera se verían una docena de niños pataleando y lanzandose gravilla a cinco metros los unos de los otros. La cuestión es que ibamos ganando: Los árboles ofrecían cobertura y nuestros proyectiles húmedos eran mas efectivos que los suyos. Y así la batalla siguió hasta que sonó el timbre y regresamos a clase con el orgullo de los vencedores.
El dia siguiente salimos tan contentos creyedonos los dueños del lugar, pero La patrulla de José Tomás ya estaba allí. Entonces comenzó el asedio. Debíamos reconquistar el bastión, pero José Tomás se mostró como un líder implacable que no cedió ni un centímetro de terreno y cuando sonó el timbre esabamos en el mismo sitio y con el pelo lleno de piedrecitas mojadas. Los niños fueron entrando a clase y nosotros, haciendo alarde de cobardía, corrimos al ya vacío rincón a fingir que habíamos ganado. Por culpa de eso llegamos tarde y nos castigaron.
Desde entonces, la Patrulla de José Tomás siguió en su sitio y nosotros en el nuestro, que era mejor y más grande pero nos dejaba un amargo sabor a derrota en la boca.
Crecimos, salimos del parvulario para ir al colegio y los años pasaron. Y hace poco, paseando por el pueblo me crucé con José Tomás; Le vi viejo, gordo y algo cansado; Me saludó con el ligero movimiento de ceja con el que se saluda a los viejos compañeros de EGB y yo hice lo mismo. Mientras se alejaba le di un último vistazo y pensé: "Ahora le ganaría".

Pues el mio aún más (Paternidad parte 9)

Sé que este tema da para mucho y no quiero hacerme pesado con ello pero hay que ver cómo son los pdres/madres con tal de lucir a sus retoños ante los demás. Y es que hace poco me fijé como por casualidad en que a la hora de tomar la primera comunión, los niños macho van vestidos de almirante de barco. No tiene demasiado sentido pero en efecto, el clásico traje de marinerito con lazo en el cuello ha pasado a ser un traje lleno de galones, hombreras y gorra reluciente. Un ser humano normal se habría fijado en el detalle y no le habría dado más importancia que el pensar que los padres de esos niños son unos iluminados, pero yo no. Yo he sido capaz de legar a la raíz del asunto y darme cuenta de que esos padres sólo son unas víctimas de si mismos. Voy a escenificarlo:
En los años noventa todos iban con un traje "normal" (veanse mis fotos de comunión para entender las comillas) o de marineritos; Eso era ir todo de blanco con los adornos mínimos dignos de un chaval que vive en un barco. ¿Tiene alguna relación eso con recibir el cuerpo de Cristo? No, pero ese no es el asunto.
Pero resulta que un buen día a unos padres elitistas se les ocurrió que su magnífico especímen no podía ir de simple marinerito y le compraron un uniforme de alto mando naval. Imaginad el dia de la comunión con todos los crios de marineros rasos y uno en frente vestido de almirante; Seguro que todas las miradas, fotografías y comentarios eran para él y para sus orgullosos padres.
A partir de ahí a cosa rodó por si misma. Los padres aterrorizados corrían a las tiendas de ropa en busca de trajes de almirante para que sus hijos no quedaran en segundo puesto en un dia tan especial. "Los de marinerito son carisimos, pero los de almirante ya es para cagarse." diría el sastre, pero los padres temían a sus congéneres y no dudaban en aflojar la pasta que fuera necesaria.
Los almirantes eran mayoría en poco tiempo y aver quien era el guapo que se presentaba en una comunión de almirantes con una puta mierda de crio de marinerito. Imaginad a diez almirantes con un solo marinero allí, solo, como un esclavo, como una prostituta, como una actriz porno engañada en el rodaje de un bukakke de esos. Que horror y que pena.
Hoy en dia solo quedan almirante y me pregunto qué será lo próximo. Puede que el siguiente paso sea llevarlos de futbolistas o de astronautas, pero a mi no me preocupa; Afortunadamente tengo una niña.

lunes, 24 de octubre de 2011

El incidente de Belén (Gaspar pt2)

El fugitivo Melchor llevaba ya algunos meses viviendo en su sótano. A gaspar no le habría importado demasiado de no ser por que la ausencia de su fiel Bautistus y la imposibilidad de que ningún otro ser humano u oveja pudiera ponerse frente al fugitivo, le obligaba a hacer de sirviente. Un rey de riqueza infinita bajando comida y subiendo cubos de heces continuamente para salvar la vida de un tipo con el que habían compartido un viaje hacía ya tiempo. Humillante.
Pero lo que más preocupaba a Gaspar no era eso. El verdadero problema crecía dia a dia en el exterior de su palacio. Lentamente había ido notando como la gente que pasaba por la calle miraban de forma extraña al edificio, algunos incluso se detenían, como si notaran de algún modo la presencia del ser que debían odiar en su interior. Al principio eran unos pocos, parados delante de alguna ventana, olisqueando el aire con la mirada perdida, pero pronto fueron más y mas; algunos pasaban horas allí plantados hasta que sus obligaciones les devolvían lentamente a la normalidad, pero otros pasaban toda la noche con la mirada perdida en los muros del palacio.
Eso preocupaba a gaspar, si. pero la mañana en que se despertó y se encontró a varias decenas de personas rascando las puertas y ventanas supo que la cosa no podía seguir así. Debían salir de allí. Bajó corriendo al sótano y despertó a Melchor de una patada en la cabeza. Mientras éste intentaba comprender qué pasaba, gaspar comenzó a hablar nerviosamente.
-Tenemos que salir de aquí, ahora. Vienen a matarte y creo que yo tampoco les caeré demasiado bien. Hay que subir y salir por la puerta de atrás antes de que...
Un crujido en la parte de atrás hizo callar a Gaspar mientras Melchor se vestía con una ropa de camuflaje verde que se había hecho confeccionar especialmente para él. Gaspar miraba alrededor confuso mientras seguía hablando.
-La puerta de atrás.. han entrado. La única salida posible es la puerta roja que hay en este mismo sótano.
-¿Entonces donde está el problema? Salgamos.
-Respondió Melchor mientras se ajustaba una camiseta negra ceñida sin mangas.
-Porque la puerta roja solo puede abrirse con la llave roja y ésta está en el estudio del piso superior, cerrado con la puerta azúl... Y su llave está escondida en la galería de arte.
-¿Y por qué mierdas hiciste todo esto de la spuertas y las llaves de colores?
-Le reprochó Melchor abrochandose unas botas negras con suelas y puntas metálicas hechas a medida.
-¡Porque cago oro y ya no se qué hacer con tanto dinero!- Gritó desesperado Gaspar.
-Muy bien. Si es la única salida...-Dijo solemnemente Melchor mientras se ajustaba una cinta blanca con un símbolo rojo en la frente....yo iré a por esas llaves.

Continuará...
Como soy un hombre de carretera y de largas jornadas laborales, tengo mucho tiempo para pensar. Y pensando pensé en qué le pediría yo a uno de esos genios tan abundantes en las lamparas mágicas y que tanto salen en ficciones varias.
Lo primero que le viene a uno a la cabeza son los tres tópicos de "Salud, dinero y amor". Pero vamos a anilizarlo bien, no sea cosa que nos precipitemos y caguemos el deseo (que es solo uno, claro, con tres cualquiera se soluciona la vida).
SALUD: Muy tentador, si. pensar que uno no se va a resfiar jamás y que nunca le va a dar un susto un análisis de sangre parece muy tranquilizador, pero. ¿Y si nosotros ya estabamos predestinados a no sufrir ninguna enfermedad jamás? Es raro, si, pero no imposible. Y si se diera ese caso, aún sin llegar a darnos cuenta nunca, habríamos malgastado el deseo. Tirado a la basura.
DINERO: Claro, podríamos pedir una cantidad infinita de dinero y ya está. Solucionada la vida. ¿No? Pues una mierda. Hoy en dia todo ingreso hay que declararlo y a ver cómo le dices tu al juez que ese trasatlántico de oro con el que viajas a las islas paradisíacas que te has comprado provienen de una fuente de dinero mágica. A la carcel que vas, por listo. la única opción es gastartelo todo en drogas, prostitutas y otros menesteres de mal vivir, pero no vale la pena.
AMOR: Por favor. También le puedes pedir al genio que te ate un yunque en los testículos y te arroje al mar, pero no.
Para elegir un buen deseo hay que tener en cuenta algunos factores. 1º: Cosas que necesitas. 2º: Cosas que necesitas y además te gustan. Y 3º:Cosas que necesitas, te gustan y además no puedes aborrecer jamás. Si encuentras algo que cumpla estas reglas no lo dudes, pídelo.
Yo lo que necesito (entre otras) cosas es comer. Lo que me gusta es todo lo relacionado con las fritangas varias. Y de lo que nunca podría cansarme... las patatas fritas. Así que ese sería mi deseo:
-¡Genio! Quiero tener siempre, en todo momento de mi vida y de forma ilimitada, un par de patatas fritas en la boca. Para poder saborearlas siempre y en cualquier lugar, de dia, de noche, en los momentos buenos y también en los malos. Patatas fritas brotando directamente de mis molares. La felicidad absoluta.
No he encontrado ninguna foto de una boca abierta con dos patatas fritas dentro, así que pongo una de Alex Sim-wise que también se las come dobladas.

viernes, 21 de octubre de 2011

El incidente de Belén (Gaspar)

En la sala de audiencias de su palacio, ataviado con unas rpas tan elegantes que con uno solo de los hilos que las confeccionan podría alimentarse una familia de mapaches durante un año, el rey Gaspar daba pequeños sorbos a una copa de vino con una gota del cual, podría alimentase a una família de koalas durante seis meses aproximadamente. Todo era muy caro y ostentoso hasta decir basta y emanaba un aura de glamur y preciosismo, a excepción del hombre que estaba sentado frente a él, vestido con harapos manchados de sangre y mirando su copa de vino, como si ya no recordara qué era el oscuro liquido.
-Mi buen amigo y compañero Melchor.-Dijo Gaspar sin demasiada emoción. -Me congratula tu visita pero no acabo de comprender el porqué de todo esto. Me dices que tras el incidente de Belén todo el mundo, incluyendo ovejas, te odia, que quieren verte muerto y que no tienen a quien acudir excepto a mi. Bien. Suponiendo que todo esto fuera cierto, dime: ¿Qué esperas de mi? ¿Que te oculte para siempre en mi palacio?
-No lo sé.-
Respondió Melchor con cierto asco. -Él nos prometió que si ibamos a Belén siguiendo esa maldita estrella nos recompensaría gratamente; Que seríamos los reyes más grandes de la historia y porque se me fué un poco la mano con esos pastores curiosos...
-Pude oír como se rompían al menos cuatro narices-
Le interrumpió Gaspar con dignidad.
-¡Eso es lo de menos1 Hicimos lo que nos dijo, nos presentamos frente al crio y le dimos los regalos. ¿Porqué tanta rabia hacia mí? Él ahogó a medio mundo con ese diluvio.
-Quizás fué por llevarle esa mierda de incienso. El oro era más adecuado. Dicen que el padre del crio va a montar una carpintería con él.
- Añadió Gaspar con tranquilidad.
-¿Y Baltasar? Él le llevó mirra que ni siquiera sabemos qué es.
-No, creo que la mirra la llevé yo... ¿O lo mio fué el incienso y tu el oro¿ A ver si aqui ha habido una confusión...
-¡Que más da eso ahora!
-Gritó melchor. -Necesito ocultarme un tiempo, no sé, unos dias o meses, creo que con unos años bastará. Por cierto. ¿Qué te concedió Dios a ti?
-Cago oro.
-¿Como?
-Cago oro, sin más. Reluciente y puro oro. Cuanto más cago, más rico soy.
-¿Y eso no duele?

Gaspar guardó silencio para cambiar de tema.
-De acuerdo, pero antes debo asegurarme de que lo que dices es cierto. Voy a llamar a Bautistus, mi fiel siervo.

Gaspar hizo sonar una campanilla y al instante se oyeron unos pasos tranquilos que se acercaban. Un hombrecillo achaparrado y moreno apareció, hizo una reverencia a Gaspar y esperó ordenes de su señor.
-Bautistus, eres mi hombre más fiel. Nunca has cuestionado una orden y has mantenido la compostura siempre. Ahora quiero que te acerques a mi amigo y le mires bien. Y sobre todo, no hagas nada agresivo.
El hombrecito se plantó ante Melchor que le miró a los ojos sin decirse nada. Sus miradas cruzadas crearon uno de los silencios más largos del universo hasta que Melchor detectó algo en el rostro del hombrecito: Una vena en la frente comenzó a hincharse y apretó la mandíbula; quer´´ia resistirse al odio irrefrenable pero sus ojos se inyectaron en sangre y profirió un leve gemido. Melchor le sacaba dos cabezas y sus ropas rasgadas dejaban ver una musculatura que no tenía ni siquiera el caballo de Bautistus pero a pesar de ello el hombrecito alzó las manos en forma de pinza y se agarró al cuello de Melchor; Y éste pudo ver que no eran unos ojos humanos. Eran los ojos de la ira divina, los de los pastores y las ovejas. ese hombre era inocente como todos ellos, solo estaba poseído por un curioso designio divino que lo esclavizaba. Con un rápido movimiento, Melchor se zafó de la presa y agarrando la cabecita de Bautistus, se la giró en un angulo imposible. Se oyó un "crack" y su cuerpo de sirviente cayó al suelo, muerto para simepre.
-Esto va a ser responsbilidad de Dios. -Le dijo a Gaspar encogiendose de hombros.

Continuará...

martes, 18 de octubre de 2011

Empatía (Paternidad parte 8)

Lo que sin ninguna duda llevo peor de ser padre, es la sensibilidad que estoy desarrollando a marchas forzosas. No digo que antes yo fuera una bestia insensible, vacía y despiadada, pero me resultaba mucho más complicado el comprender ciertos sentimientos ajenos al menos en su totalidad. A ver si me explico.
Cuando nació mi pequeña, lo primero que se me pasó por la cabeza fueron todos esos casos de niños asesinados y desaparecidos (vease marta del Castillo y un largo y desafortunado etc...) y ello me hizo sentir mal; no acababa de entender porqué de repente no podía sacarme de la cabeza esas cosas que antes se me olvidaban facilmente al meterme en cualquier videojuego o actividad similar. Pero con el paso de semanas o meses, esos pensamientos se fueron acrecentando hasta límites que yo nunca había conocido. De pronto fuí capaz no solo d ehacerme cargo del dolor de esas personas sino de sentirlo en mis propias carnes con solo imaginar que yo pudiera verme en una situación similar. El hecho de pensar en una familia que cria a su hijo y vuelca en él sus esperanzas y sueños para un dia, de repente, descubrir que todo eso se convierte en una dolorosa nada, se me antoja demasiado oscuro para poder soportarlo.
Y hoy mismo, sin ir más lejos ha salido por la tele (gran invento de mierda), cómo atropellaban a una niña de dos años y la dejaban morirse desangrada en una calle de China mientras pasaban peatones y vehículos sin pararse a socorrerla solo porque viven en un país de mierda y están deshumanizados después de años y años de dictadura. Pero la niña no tenía la culpa de todo eso. No entraré en detalles, pero nunca pensé que podría llegar a sentirme tan mal por algo sucedido en la otra punta del mundo.
Lo llaman empatía y me parece un verdadero fastidio.

Sé que suelo escribir cosas graciosas y que me leeis por ello, pero no soy capaz de encontrarle el lado gracioso a ciertas cosas. Si alguien sabe reirse de los niños que s emueren por ahí que venga y me lo enseñe para que pueda escupirle en la cara.

Reafirmación (Paternidad parte 7)

Cuando un bebé nace no es mas que una pelota orgánica a la que le da igual ser educada como ser humano o que la amamanten unos lobos en medio del bosque. Esa es la etapa más bonita y frustrante para ambos progenitores. Pero a medida que el ser se desarrolla va ubicandose en su entorno y reconociendo a su propia especie; Y es entonces cuando logra diferenciar entre su madre y su padre. Por supuesto el papel de la madre es el mas importante, de eso no cabe duda. Precisamente por eso lo omitiré y me centraré en el papel paterno que es el que me ha tocado a mi.
La figura paterna es muy importante dicen los expertos pues e sun pilar fundamental en la familia y otras muchas gilipolleces que se inventan los expertos masculinos para no hundirse en la miseria diciendo la verdad y que les manden a cavar zanjas. La verdad verdadera, es que los crios de 1 a 2 años pasan olimpicamente del padre.
Eso me jode, debo reconocerlo, asi que para evitar tanta ignoráncia he inventado una serie de canciones repetitivas a mas no poder con las que bombardear a mi niña y así reafirmar mi importancia en su vida. Pero claro, debo medir mis frases para no herir ni ningunear a la figura materna ya que eso sería negativo para la niña y para mi integridad física. Para ello utilizo frases como "El papá también es importante"; "El papá es casi el mejor" y mi favorita: "El papá es pseudoindispensable".
Ante tales frases la niña solo puede mirarme con cara de no saber qué digo y esperar pacientemente a aprender a mandarme a tomar por saco.

viernes, 14 de octubre de 2011

He recibido un nuevo mensaje en el "Consultorio" y solo puedo decir que la cosa se está volviendo extraña. Pero como si critico a la gente os poneis de su parte y me lo recriminais, dejo el mensaje íntegro para que juzgueis y después paso a resolver la duda.


Hola Capdemut, soy una mierda pisada de las que se te pegan debajo del zapato y hacen que recuerdes su presencia durante un largo etc.
Me dispongo a recivir tus armónicos concimientos sin darte nada a cambio aparte de parte de mi tiempo ya que tengo una questión irrelevante y estupida que ningún filosofo racional podria contestarme. Me estava questionando la medida en que ser racional o instintivo puede influir en la vida, acciones y decisiones de un ser humano ordinario como yo y si el paso del tiempo y las circunstancias pueden hacer que ese equilibrio interior se decante por unodelos dos lados o si simplemente nosotros mismos nos engañamos pensando que evolucionamos mientras dentro todo continua inamovible. No se si se entiende la pregunta, pero tampoco es algo que me preocupe, seguro que tu respuesta va a ser sabia y va a resolver mis dudas o casi...

Mira, querido amigo; si te soy sincero, te confesaré que al principio no entendía tu mensaje pero al llegar a la parte final ni siquiera me molestaba en leer. Pero mi conclusión a todo esto es que eres uno de los afectados por el que los científicos llaman el "Sindrome de la escalera mecánica". Eso es, para que lo entienda la gente con menos cultura, cuando un niño se queda atrapado por un cordón del zapato en una escalera mecánica y ésta le va absorbiendo ante los esfuerzos de padres, amigos y desconocidos por evitarlo, hasta que deciden que vale la pena dejrlo correr y esperar a que salga por el otro lado. Haz memoria porque seguro que entre tus recuerdos más profundos tienes un lento deslizar entre engranajes y escalones a rayas.
Espero haberte sido de ayuda.
Y los demás ya sabeis donde estoy.

lunes, 10 de octubre de 2011

El incidente de Belén (Melchor pt.2)

Un movimiento furtivo le despertó. Era como si alguien se moviera con pasitos muy cortos sobre la paja del suelo. Sus ojos tardaron unos segundos en adaptarse a la oscuridad y darse cuenta de que estaba rodeado de ovejas. Al principio se sintió tranquilo pero rápidamente notó algo extraño; Eran sus ojos, fijos en él y con esa expresión que ningún animal puede reproducir: Odio. ¿Podía ser cierto? ¿Podía ser que la ira de Dios llegar atan lejos como para hacer que hasta los animales más inofensivos quisieran verle muerto? Melchor decidió que no quería quedarse allí para comprobarlo.
Se levantó de un salto y se agarró a la parte alta del cobertizo para ponerse fuera del alcance de los animales; Su cuerpo aún entumecido por las escasas horas de sueño le dolía como nunca y cuando se tensó en busca del impulso para subir, notó que algo se lo impedía. Una de las ovejas le había enganchado el pantalón con un mordisco y tiraba de él con fuerza hacia abajo. En condiciones normales se habría zafado de ella sin dificultad, pero esas no eran condiciones normales. las fuerzas le abandonaron y cayó al suelo de espaldas. Tumbado, dolorido, sin aliento y por qué no decirlo, asustado, miró a los animales que le rodeaban: Cinco ovejas grandes, mal esquiladas y con rabia en sus ojos. Pero no podía morir aún. No de este modo.
Reuniendo la sfuerzas que le quedaban, giró sobre su espalda a la vez que abría las piernas, girando como un molino y logró golpear a dos de las ovejas en la boca, dejandolas aturdidas. Se levantó de un salto justo a tiempo para evitar un mordisco directo a los genitales y agarró a la oveja por una pata trasera. tenía l avista nublada, ya no distinguía la schurras de las merinas pero no iba a dejarse vencer y girando sobre sí mismo sin soltar al animal cogió velocidad y estampó a la oveja contra una compañera, dejandolas hechas dos ovillos de lana en un rincón.
Ahora solo quedaba una pero él era practicamente nadie. la oveja bufó como si fuera un toro y melchor la miró directamente a los ojos. Era hora de poner en práctica lo que su maestro le había enseñado. Todos le tomaron por un excéntrico cuando hizo venir a un maertro del Kung-Fu desde el lejano oriente para enseñarle sus secretos, pero tenía el presentimiento de que en algún momento necesitaría de esos conocimientos. Y había llegado ese momento.
La oveja retrocedió unos pasos para embestir con todas sus fuerzas y Melchor aprovechó el momento para concentrarse. Debía reunir toda su energía, su "chi" como lo llamaba su maestro en un único punto de su cuerpo. Mente en blanco. "Concentlate, enfoca, leúne cada gota de tu sel y concentlalo en la punta de tus dedos", decía el maestro.
Cuando lo hubo logrado la oveja ya corría hacia él. Era ahora o nunca. Con un movimiento firme tocó con las puntas de los dedos la frente del animal, cuya cabeza estalló en mil pedazos creando un grotesco mosaico en el suelo del cobertizo.
Las cosas se habían puesto muy mal, y él sabía que solo una persona en el mundo podía ayudarle.

Próximo catípulo: Gaspar.

Eso de la autoestima

Publicado en mayo de este año en "Mediocridad"

Si uno se fija un poco verá que en el mundo existen muchos métodos para sentirse mejor; Libros de autoayuda, profesionales del cerebro, drogas psicotrópicas y un larquísimo etcétera de cosas destinadas a hacer nuestra mediocre vida algo digno de vivir.
A mi lo que me funciona, sin mebargo, es el fijarme en aquellos que son inferiores a mi en algún aspecto. Asi pues, cuando voy por la calle y veo a alguien más feo, más gordo o con menos pelo que yo, me crezco interiormente.
Desgraciadamente, sé que llegará un dia en el que envejeceré y, pasenado por las calles del futuro seré incapaz de encontrar a alguien que me haga sentir bien. Caminaré desesperado buscando a algún rezagado entre los cuerpos juveniles y perfectos de los habitantes de ese mundo futurista y elegante.
Y entonces algo en mi se encenderá como un fogonazo de luz azulada que me envolverá y mi cuerpo se autoinmolará en llamas color turquesa. Y así arderé en medio de la cale ante la mirada atónita de los transeúntes que fliparán pensando en qué le puede haver pasado a ese pobre viejo que les hacía sentir un poco mejor. Hasta que desaparezca totalmente volatilizado por las llamas de mi mierda de autoestima.
FIN
PD: ¿De verdad alguien es capaz de leer esto?

domingo, 9 de octubre de 2011

El incidente de Belén (Melchor pt.1)

Melchor escupió en el suelo y se quedó mirando la mancha roja que se deslizaba entre las piedras mientras trataba de recuperar el aliento. Había pasado casi un mes desde el incidente de Belén y desde entonces no había dejado de correr. Estaba agotado. Tambaleandose, pero todavía conservando el caminar orgulloso de un rey se dirigió hacia un pequeño cobertizo recortado en el Sol del atardecer.
Había perdido su séquito, a sus compañeros y su camello. Ahora todo lo que le quedaba era él mismo, y su cuerpo magullado sólo le pedía un poco de reposo. Después de entregar su ofrenda al recién nacido, pensó que su repentino encanecimiento sería la única reprimenda de Dios, pero no fué así; De golpe y porrazo todas las gentes allí congregadas parecían estar seriamente enfadadas con él y trataron de lincharle. Pudo escapar por los pelos de la enfurecida turba, aunque no sin llevarse varios puñetazos, patadas y golpes de azadas, varas y herramientas varias. Primero lo achacó a una reacción lógica teniendo en cuenta su comportamiento anterior, pero al cabo de unos dias descubrió que su impopularidad iba más allá del simple rencor ciudadano. Allí donde pisaran sus ñies, en cualquier ciudad o aldea, lugares bien comunicados o granjas aisladas de la civilización, era recibido con insultos, escupitajos golpes y otras reacciones violentas de los lugareños. Había enfadado a Dios y ello le había hecho merecedor del odio de toda la humanidad.
Sin un lugar a donde ir, alcanzó el cobertizo rodeado tan solo por una extensa llanura y algunas ovejas y se dejó caer sobre la paja.
(continuará...)

viernes, 7 de octubre de 2011

Expectativas (Paternidad parte 6)

Cuando uno tiene un hijo siempre trata de guiarle por el buen camino; El que le llevará al éxito, al bienestar y a la satisfacción personal. Desgraciadamente, para muchos (pero muchos) progenitores, eso no tiene nada que ver con valores como la honestidad, la generosidad, la humildad y todo eso; Mas bien se limitan a volcar todas sus frustraciones sobre el crio, quien se ve obligado a seguir los pasos de los fracasados de sus padres. De este modo las madres no quieren que sus hijas sean amas de casa u operarias en una cadena de montaje y los padres quieren ver a sus niños (varones, claro), jugando al fútbol en primera división o conduciendo un Ferrari a toda hostia por un circuito de velocidad. Todo esto, lejos de motivar a los pequeños les crea una serie de traumas que solo superan el dia que s edan cuenta de que sus padres son idiotas y que con sus patéticas vidas ya tienen bastante.
Y yo... no soy una excepción. A pesar de todo lo dicho arriba y de no querer ir de sabio ni de modelo de educación, debo reconocer que aveces pienso en el futuro y fantaseo con ello. Yo sueño con que mi hija me dé nietos y en que uno de esos nietos habitantes del futuro pseudosemilejano me lleva en su coche volador camino a la lanzadera espacial de Villena que me conducirá a una especie de asilo espacial famoso por sus instalaciones de realidad virtual que ponen a los ancianos en la piel de sus héroes de juventud favoritos, como Robocop, SonGoku o el enano del Golden Axe. Y durante el camino yo iré contando mil batallitas a cual más coñazo y solo interrumpidas de vez en cuando por el comentario: "Mira allí abajo. Todo eso antes era campo." Y entonces mi nieto me mirará a través de sus gafas de sol con modo de rayos infrarrojos, UVA y X y pensará: "Que abuelo mas pesado.", mientras asiente con la cabeza.

La playa (the bitch)

El verano se acerca y con él todos sus horrores. Yo soy hombre de invierno; Me gusta el aire frío que llega del norte y tensa mi cuerpo haciendome estremecer; Me gusta el agua semicongelada con la que me lavo la cara por las mañanas y me despeja al instante; Y me gusta el cosquilleo que siento en los dedos cuando los acerco a una fuente de calor después de haberlos paseado bajo el frio. Eso me hace sentir vivo. Pero el verano me reblandece con su calor y me hace sentir cansado, pegajoso y mal. En definitiva mal.
Los monstruos del verano son muchos: Calor, humedad, polvo, insectos... pero lo peor de todo es la playa. No me gusta. No voy a dar mas detalles porque no es necesario. No me gusta y ya está. Pero eso, lejos de ser una opción sin más, parece que sea un estigma que me convierte en un ser extraño al que hay que rehabilitar para que vuelva al camino correcto.
Y mientras todos corren hacia la playa con sus toallas y sombrillas, cremas solares y chanclas de plástico, yo sueño con ser uno de esos viejecitos que salen a veces por la tele diciendo que como viven en la sierra, en el interior, y nunca han tenido coche, jamás han visto el mar. Y todos piensan "pobre hombre, que ignorante y desafortunado".
Pero como nunca seré ese anciano sin suerte, me toca darle la razón a mi mujer cuando me dice cosas tan extrañas como que es bueno que me dé el Sol y que ahora que tenemos una niña hay que llevarla porque... si no....
Y con esos firmes argumentos cojo el coche y conduzco hasta las cercanías del mar, donde después de pasar dos horas buscando aparcamiento y otra mas buscando sitio, por fin extiendo la toalla y puedo relajarme viendo como se divierten los demás.
pero cuidado, que aquí no acaba esta historia. Lo peor está por venir. Y es que una vez sentadito en la toalla eso no vale. Tengo que bañarme. Si no para qué he venido. Como si hubiese elegido yo. Y entonces me meto en el agua. Pero estar a un metro de la arena con el agua por las rodillas tampoco vale. Y entro un poco mas. pero tengo que mojarme el pelo, que si no me da una insolación. Y me mojo el pelo que em tendré que lavar nada mas llegar a casa porque ahora está lleno de sal, algas y colillas. Pero no, además de eso tiene que notarse que me estoy divirtiendo. Y ahí ya no puedo más. Nunca he sido un buen actor.

Publicado en "Mediocridad", en abril de 2011

Los (putos) regalos

Publicado en "Mediocridad" en marzo de 2011

El dia del padre se acerca y teniendo en cuenta que además de ser mi santo, ahora soy padre, me evoca a esas fechas señaladas (aniversarios, navidades etc...) que implican la recepción y/o emisión de regalos.
No es que no me gusten los regalos, así en general, no; No soy uno de esos seres irracionales que rechazan cosas porque les da "yuyu". Lo que pasa es que en mi familia y especialmente por parte de mi madre, había una costumbre que consistía en regalar cosas tontas (también llamadas "detalles") para quedar bien, aunque al otro ni le gustaran ni le interesaran. Eso me producía rechazo en mi adolescencia, ya que me obligaba a comprar otros detalles y al final todo quedaba en nada. Más tarde comprendí lo que esos detalles representaban para mi madre y que no eran otra cosa que una necesidad de demostrar afecto manteniendo vivas esas tradiciones bonitas que tienen sentido en la niñez. Pero es igual, no quiero desviarme del tema.
El asunto de los regalos tomó otro color cuando comencé a salir con la que hoy es mi mujer. Y no fué un color de rosa-amor o azúl-confianza. Fué un color gris-paranormal, de esos de serie de miedo los sesenta. Y así comenzó todo:
Al principio los regalos eran comunes y predecibles: Yo le compraba cosas que creía que le iban a gustar porque me gustaban a mi (como la música) y ella me compraba cosas útiles para mi dia a dia (como es la ropa). Así funcionamos un tiempo hasta que me di cuenta de que mis regalos no le acababn de emocionar. Entonces comencé a desesperarme y a darle vueltas al asunto tratando de averiguar qué podría gustarle. Lejos de tener éxito, cada vez la cosa degeneraba más y más y los regalos le gustaban menos y menos. Hasta que un dia, tras abrir un paquete de excrementos que había adquirido para ella me confesó la terrible verdad: Según ella, durante todo el año me mandaba "señales" sobre lo que quería, pero yo no las captaba.
Ni mas ni menos.
"Señales"
A partir de ahí comencé a preocuparme. ¿Acaso me faltaba algún órgano receptor de señales? ¿Las recibía pero no era capaz de traducirlas? ¿Rebotarían las señales en mi y llegarían a otro tio que se pasaría la vida comprando cosas compulsivamente?
Ante tal frustración, hablé con ella y llegamos al acuerdo de dejar de hacernos regalos. Había perdido el sentido.
Pero lo más terrible no era mi incapacidad por recibir "señales"; Lo malo era que yo me plantaba delante de un escaparate junto a ella, le señalaba con un dedo una preciosa figura de Chthulu mientras pronunciaba "Quiero esto" y ella tampoco parecía captarlo porque al final me regalaba un pijama.
Lo dicho. Se acerca el dia del padre y he visto unos muñequitos de Goku y Vegetta, articulados y con cabezas intercambiables (para transformarlos en superguerreros) que valen cada euro que cuestan. Pero claro, yo no sé mandar "señales" y voy a quedarme sin ellos.

jueves, 6 de octubre de 2011

Hoy ha llegado la primera consulta al consultorio (claro) de Capdemut. No es exactamente lo que esperaba pero paso a publicar el mail seguido de mi réplica.

Hola capdemut, soy un mierda.
El motivo de este mail es que me gusto mucho la historia de el incidente de belen y me gustaria poder leer la continuacion.
AriesBCN


Mira AriesBCN, tu lo que eres es un/a gilipollas/os. Aparte de no poner ni un acento veo que no has entendido nada sobre el consultorio. pero t elo explico.
"El consultorio de Capdemut" está pensado para que la gente exponga sus dudas existenciales y otros problemas en apariencia irreparables para que yo, con mi sabiduría y pragmatismo, te lo resuelva en un plis; No para pedir relatos a la carta como si esto fuera un prostíbulo literario. Pero mira, por ser el primer mail que recibo y además tratarse de algo cultural, voy a pensar en ello.
Para los demás lo recuerdo: Mandad vuestras dudas vitales a capdemut@hotmail.com poniendo en el título del mensaje "Hola Capdemut, soy un mierda" y veré qué puedo hacer por vosotros.

Miedos (Paternidad parte 5)

Me da miedo que a mi hija le falten las oportunidades que yo he tenido.
Me da miedo que publicistas sin escrúpulos quieran convertirla en una princesa de color rosa.
Me da miedo que le enseñen a subir pero no a caerse y levantarse de nuevo.
Me dan miedo las espirales de pensamiento consumista que puedan arrastrarla.
Me da miedo que los hijos de Bin Laden la odien sin motivos.
Pero lo que mas me asusta, es que no quiera escucharme o no me entienda cuando trate de explicarle que todo, es una mentira.

Por supuesto, esta es una entrada actualizable.
Otra reflexión antigua: Octubre de 2010
Hace poco acudí a una tienda de gafas (donde por cierto, me atendió Ahvin, de un blog amigo) para comprarme unas gafas de sol. Yo las compré pensando que adquiría un producto normal, sin nunguna característica sobrenatural ni nada así... Pero me equivocaba.
Al principio noté que veía reflejos o destellos claros de cosas que no veía a simple vista. Pregunté a la chavala y me dijo que era normal, porque en el proceso de filtrar la luz bla, bla, bla... Y seguí con mi vida.
Pero a medida que me iba adaptando a las gafas comencé a ver algo más que reflejos. Por el rabillo del ojo veía sombras fugaces que huían cuando trataba de fijarme en ellas, y algunos objetos se veían oscuros y retorcidos a través de las lentes.
Yo no soy una persona supersticiosa, ni creo en fantasmas ni chaorradas paranormales por el estilo, pero la situación comenzaba a asustarme. Las gafas me aterrorizaban cada vez más, pero el dinero que me habían costado me impedía deshacerme de ellas.
Finalmente, cuando ya me veía acosado por figuras y formas oscuras completamente opacas que aparecían desde todas partes, me tragué mi escepticismo y se lo dije a mi mujer.
Me propuso limpiar los cristales y el problema desapareció.
Y es que incluso los misterios en apariencia más insondables acaban teniendo una explicación razonable.

martes, 4 de octubre de 2011

Alimentación (Paternidad parte 4)

Los hábitos alimentarios humanos cambian radicalmente en el proceso de la paternidad es un hecho; Pero que nadie crea que es algo gradual e imperceptible que produce sutiles cambios en la forma en la que el cuerpo metaboliza los alimentos, que va. Se trata de un cambio radical y repentino que produce cambios drásticos y visibles (a mal por supuesto) en el pobre individuo.
Todo comienza al principio del embarazo, incluso antes dependiendo de la mujer, cuando ciertos alimentos le son privados a ella y, por simpatía también al padre. Claro, no e splan de que ella no pueda probar el embutido y tu te zampes un bocata de jamón en su cara. ¿Y si sale el niño con una mancha en forma de jamón en la frente?
Más tarde la cosa cambia. la embarazada comienza a tener "antojos", una especie de caprichos cruciales que deben ser satisfechos a cualquier precio y a cualquier hora. ¿Que la mujer quiere fresas con nata a las cinco de la mañana? Pues a correr al chino 24h no sea cosa que el niño salga con una fresa con nata en el culo.
Pero al nacer... eso si que es alimentarse de mala manera. Cuando salió mi hija sólo recuerdo hacer pizzas, lasañas congeladas y otras cosas precocinadas. la falta de tiempo era tal que perder media hora haciendo cualquier plato era imposible. A los 15 dias mi sistema digestivo era un estercolero. Creo que sería una buena idea que alguien inventara algún tipo de pienso para padres; Servido en sacos de cinco Kg y con aroma a suavizante, para que mientras los abnegados padres se lo comen sin apenas masticar, tengan la sensación de que están en la cama con sábanas recién lavadas.
Pero lentamente parece que las cosas van a su sitio de nuevo. La niña comienza a ser una personita, se distrae sola, deja respirar y regresan los platos elaborados, la verdura y las legumbres pero quién me iba a decir a mi que lo peor estaba por llegar. Y es que una de las funciones del padre es comerse los restos dejados por su progenitor. Flanes caducados, yogures calientes, zumos con babas, cosas varias de dudoso aspecto y "está bueno pero me dá no se qué darselo a la niña, anda y cometelo tu" varios.
Actualmente no sé con certeza cuales son las consecuencias de este último hábito. Siento un pequeño picor en la parte baja de la espalda y al tocarme tengo la sensación de que me está saliendo un tentáculo. Lástima que no me haya salido en la parte de delante.

Tentaciones (Paternidad parte 3)

A veces, la vida le pone a uno obstáculos insalvables que obligan a cerrar los ojos y dar un gran rodeo ante la imposibilidad de caminar en línea recta, tal y como la razón le impulsa a uno. No se si eso se entiende, pero la cuestión es que el otro día fui sometido a una dura prueba, no se si por voluntad divina o por puro capricho del azar.
Resulta que iba yo paseando con mi niña en el carrito por un centro comercial, viendo escaparates y tonterías de esas, cuando dos muchachas de unos veinte años se pararon ante mi hija, admiradas por esa gracia y belleza que solo los bebés tienen; Y dejándose llevar por su instinto maternal latente, no pudieron evitar agacharse a hacerle gracias y dedicarle varios halagos.
Yo soy un padre responsable y serio, faltaría mas, pero mis ojos no pudieron evitar fijarse en sus generosos escotes, los cuales la postura de las chicas mostraba en todo su esplendor. Yo soy humano, si; Pero lo que eso implica, muy en contra de la opinión general, es que soy una especie de gorila con menos pelo. Y con esa faceta animal, mis ojos comenzaron a recorrer sus pechos, imaginando sus rosados pezones, sus firmes senos y su liso vientre; Y con la libertad que otorga la imaginación, mis ojos descendieron más allá de su cintura, buscando aquél lugar prohibido entre sus muslos al que jamás podría acceder. Mi cuerpo se tensó. Mi sangre comenzó a fluir al ritmo de mi corazón acelerado. El gorila que habita en lo mas profundo de mi ser quiso saltar, golpearse el pecho con los puños y agarrar a las chicas por la cintura para alejarse saltando con ellas…
Pero entonces, una profunda salivación de la que yo no había sido consciente me hizo atragantar y tosí, sobresaltando a las muchachas que se incorporaron de nuevo, momento que yo aproveché para decir que teníamos prisa y alejarme.
Y al dejar atrás a las chicas y proseguir mi camino en busca de mi mujer, mi gorila personal se ocultó de nuevo en su cueva, o se subió al árbol, o se metió dondequiera que se cobijen los gorilas.

Publicado el 9 de septiembre de 2010 en Mediocridad

domingo, 2 de octubre de 2011

Cuando yo era berberecho


Hay personas que, frustradas por no poder huir de la dulce y cómoda (por lo menos para mi) mediocridad, se esfuerzan al máximo por dejarla atrás o incluso delante y sentirse así especiales. Por supuesto no todos lo consiguen y algunos de ellos deciden que si en esta vida no pueden ser alguien especial, será mejor creer que lo han sido en otra existencia anterior. Apasionante.
La primera vez que me topé con uno de esos individuos, a los que a partir de ahora llamaré reencarnados, fue en uno de mis trabajos. Él (el reencarnado) era un hombre de entre cuarenta y cincuenta años, muy simpático y que aprovechó la primera ocasión que tuvo para explicarme con todo detalle como fue abatido y enterrado todavía con vida durante una guerra mundial que ahora no recuerdo. Yo por supuesto me quedé algo pasmado y sin saber que decir, pero al tío (recordemos que era un hombre con cierta edad y en su primer día de trabajo), le parecía lo mas normal del mundo.
A partir de ese momento comencé a fijarme en ese tema y descubrí que el mundo está plagado de reencarnados que caminan entre nosotros sabiendo que cuando mueran serán otra persona o animal. Y prestando atención descubrí que todos ellos, si fueron seres humanos solían formar parte de algún colectivo o época muy conocido o característico. Por ejemplo abundan los soldados romanos, los esclavos egipcios y los nobles renacentistas. Todo muy cinematográfico, si. Y muy casual también. Y en cuanto a los animales… ahí si que hay glamour; Osos, águilas imperiales, tigres, cisnes, panteras… nada de ovejas, ratas o pulpos. Que cosas. Nadie aparece con la cabeza gacha y dice con timidez “Yo en la otra vida fui… un mono de esos del culo rojo.” Por dios, que ordinariez.
Pero tanto pensar en reencarnados me ha hecho dudar de si no seré yo también uno de ellos. Y de tanto pensar y pensar he acabado convenciéndome a mi mismo de que si, lo soy. Y dándole vueltas y vueltas al asunto, tratando de recordar mis últimas horas en el mundo he llegado a la conclusión de que en mi vida anterior fui un berberecho. Pero cuidado, no un berberecho normal. Yo fui ese berberecho que queda el último en la bandejita que sirven en el bar; ese berberecho que nadie se come y al final… lo tiran a la basura.
Reflexión rescatada del otro blog y publicada originalmente el 1 de diciembre de 2010

sábado, 1 de octubre de 2011

No hace mucho, mucho, mucho, vi la pelicula de Billy Elliot, el niño bailón y he pensado que a mi me habría gustado ser como él; Pero no por su afán de superación, su entereza para enfrentarse a su padre y su ahínco por alcanzar su sueño. Me gustaría haber sido Billy Elliot para estar cachas y conocer a muchas tias.

Pues el mio más (Paternidad parte 2)

Segunda entrada de "Paternidad", publicada en el otro blog en julio de 2010

Muchos padres y madres están convencidos de que su hijo e suna extensión de ellos mismos; Pero no contentos con ello, se convencen de que esa "escisión" es una versión mejorada y depurada que será capaz de triunfar donde ellos fracasaron: La vida.
Pero algunos sabemos que eso no es así. El hecho de que el crio tenga los ojos del padre o la boca de la madre es un simple capricho genético y las aptitudes que el niño desarrollará a lo largo de su vida serán determinadas por muchos otros factores.
Pero todo esto que digo es una gilipollez a modo de introducción porque de lo que quiero hablar es de esos padres que siendo tan inútiles en vida, necesitan presumir de sus descendientes sin darse cuenta de que son seres independientes y que con ello solo consiguen hacer el ridículo y el cansino.
Yo estaba avisado, lo reconozco, pero no pude evitar el sentirme un poco violento cuando me encontré con el primer caso.
"¿Seis meses ya? Pues la mia con seis meses ya gateaba. Y rápido. Y casi decía mamá y caca (sinonimos en ese caso)."
A lo que yo respondía (mentalmente claro) "¿Y a mi que mierda sme importa la tuya? ¿Acaso te he preguntado por tu niña a la cual no había visto en mi vida? ¿Debería de importarme si la tuya habla, camina o se tira por un barranco?
En fin... supongo que tendré que armarme de paciencia porque de ahora en adelante me encontraré muchos mas individuos de estos y tendré que inventar alguna cara para ponerles a modo de respuesta.
A veces las cosas son tan absurdas... como el fútbol.

El incidente de Belén (Prologo)

Como se acercan fechas navideñas (si, acaba de empezar octubre, ya lo sé, pero acercarse se acercan), voy a ilustrar este blog con la leyenda de los tres reyes magos de oriente. ¿Como, que suena cutre? Por supuesto.
Cuenta la leyenda que hace ya más de 2000 añacos, en algún lugar de oriente vivían tres reyes... magos. No se sabía si realmente tenían poderes sobrenaturales o eran aficionados al "Magia Borrás", pero la cuestión es que un buen dia se les apareció un enviado de dios y les dijo que debían ir hasta Belén, donde nacería el futuro rey de los judíos y que debían ir a mostrar sus repetos y de paso llevarle algún regalito. Los reyes recibieron la noticia con algo de asco y pereza, pero dios es dios y no interesa cabrearle, así que cogieron sus camellos y partieron.
Los tres reyes cruzaron montañas y desiertos siguiendo siempre la luz de una estrella que les guiaba. Algunos expertos actuales dicen que la estrella era un cometa que pasa cada cierto tiempo pero la conclusión que yo saco es que, o bien el cometa iba muy despacio o los camellos corrían que se las pelaban. Pero lo importante es que llegaron a un humilde pesebre donde una mujer acababa de dar a luz a un niño junto a su marido, un burro y una vaca. Los reyes se alarmaron al ver tal situación de insalubridad, pero la masiva afluencia de gentes de la zona les impedían llegar hasta el lugar.
Y allí estaban ellos: Melchor (jóven y de larga melena negra), Gaspar (el rubiales con pinta de interesante) y Baltasar (el negro bien vestido), tres reyes entre una multitud de pastores, campesinos, ovejas y miseria, esperando su turno para darle tres regalitos a un bebé que ni les iba ni les venía. Y claro, eso hace perder los nervios a cualquiera. Y eso desencadena la parte menos conocida y que a mi más me gusta de la leyenda y que le da, a mi parecer, algo de credibilidad.
Se dice que en medio de tal caos pastoril, Melchor, que era un tio robusto y decidido, abrió un camino entre la gente a base de codazos, empujones y patadas voladoras hasta llegar al portal. Se cuenta que un angel lo vió y corrió (o voló) a contarselo a dios y que éste, como castigo, encaneció el cabello de Melchor, dandole el aspecto de un anciano.
Podría haber sido peor conociendo cómo se las gastaba dios por esas fechas. Podría haber sido alopecia.