miércoles, 9 de mayo de 2012

La cruda realidad (Paternidad parte 17)

Hace no demasiado me hallaba viendo la tele al lado de mi pequeña. Ponían un reportaje de pingüinos de la Antártida y yo me sentía más padre que nunca explicándole cualquier duda que le surgiera. “Que si ese es un lugar donde hace mucho frío… que si los pingüinos son pájaros pero no vuelan pero nadan… que no tienen frío porque tienen unas plumas muy gordas…” y ella observaba con admirada inocencia las maravillas de un mundo aún por descubrir.
El reportaje iba sobre la vida de un pingüino desde su nacimiento hasta la etapa adulta cuando se tira al mar para largarse a otro lugar y en una de las escenas, dos pingüinos hermanos, todavía polluelos jugaban sobre la nieve, dándose palmadas, saltando y tirándose al suelo.
-¿Qué hacen?- Me preguntó la niña.
-Juegan, porque son hermanos y se quieren mucho.- Le respondí con amor.
-Yo tero un hermano
-Anda, calla y mira los pingüinos.
Pero de pronto, una especie de gavilán negruzco saltó de unas rocas y enganchó a uno de los hermanitos por el cuello.
-¿Qué hacen?- preguntó de nuevo.
-Pues… ha venido un pájaro mayor y se ha puesto a jugar con él.
El pobre pingüino luchaba y llamaba a su madre mientras la sangre manaba de su cuello y el depredador se lo comenzaba a comer vivo.
-Tiene pupa- Me dijo
-Mmm.. siii… porque es un pájaro mayor y… cuando juegan mayores y pequeños a veces se hacen pupa.
Empezaba a sentirme incómodo hasta que la mamá pingüino llegó y ahuyentó al gavilán ese; Después trató de reanimar a su polluelo agonizando sobre la nieve.
-Como se ha hecho pupa, viene su mamá y le da un masaje para curarlo- Me explicó ella mientras yo buscaba el mando desesperadamente.
-Si… claro. Ahora se cura y vuelve a jugar con su hermanito.
Encontré el mando justo cuando la madre abandonaba al polluelo muerto y el gavilán regresaba para devorarlo.
-Vamos a ver dibujos.-Le dije, muy animado.
Y así concluyó la experiencia culturizante a la que sometí a mi hija y de ella he podido extraer tres conclusiones:
1ª: ¿Debería, como padre, explicarle a mi hija ya desde pequeñita, lo que es la vida y la muerte, para así normalizar un tema que a veces se convierte innecesariamente en tabú? ¿O debería obviarlo para que lo descubra por si misma aunque ello le resulte más traumático? ¿Cómo sería la vida de una niña pequeña que tiene claro desde el principio que los seres humanos, al igual que los animales y todos los demás seres vivos no somos más que montones de estiércol animado?
2ª: ¿Son los documentales de naturaleza algo enriquecedor, o simplemente nos muestran una realidad tan alejada de la nuestra que se convierte en un simple entretenimiento no tan distinto al proporcionado por cualquier Gran Hermano o por los problemas sexuales de algún famosillo de tres al cuarto?
Y 3ª: ¿Porqué no puedo sacarme de la cabeza a ese pobre pingüino que estaba jugando tranquilamente cuando se vio atacado, mutilado y devorado vivo mientras gritaba desesperadamente por la ayuda de su madre? Pobre pingüino. ¿Por qué tuve que verlo? Putos documentales de La2.

8 comentarios:

  1. De toda tu historia lo único que me ha quedado claro es que Claudia quiere un hemanito, así que poneos a la faena tú y la parienta que yo quiero otro sobrinito.

    ResponderEliminar
  2. Lolita, yo me he quedado con lo mismo... ahí está la clave del asunto. Aunque probablemente luego vendrá Jusep a decirnos que es un incomprendido y que nos desviamos del tema principal. Lo que ocurre es que nosotras sabemos leer entre líneas y no se nos escapa nada.
    En cuanto a lo de ver o no Pasión de Gavilanes, eso va a gustos, pero me parece que Claudia aún es pequeña para ver eso. Déjala que disfrute con Dora, exploradora y Bob Esponja.

    Elián.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo estoy sufriendo aún de imaginarme la escena. Los niños no comprenden la muerte, y casi mejor así. A las dos petardacas de arriba, deciros que no le presionéis hacia otra paternidad forzosa, porque eso produce en él un efecto rebote que luego me toca deshacer a mí...
    Por cierto, soy Isabel.

    ResponderEliminar
  4. Pues yo creo que Jusep ha dejado clara su postura, metiendolo entrelineas para que al resto le quedara tb clara.
    Las cosas no estan pa ir procreando :^P

    ResponderEliminar
  5. Cada uno a lo suyo: Elián con Dora,,,,,, exploradora (perfectamente puntuado); Isabel con la psicología inversa; y LokiTrol, no sé quien eres ni de dónde vienes, pero "la pela es la pela" me ha parecido entender.

    Pues eso Josep, no tengas más críos.

    ResponderEliminar
  6. Ya que preguntas quién es Lokitroll voy a narrarte la historia de su vida para que te hagas una idea:
    Lokitrol es un tio que una vez vino al pueblo natal de Josep de un lugar llamado l'Aldea, es un pueblo inhóspito poblado por gente extraña que está dividida en dos facciones: la facción del Hostal (ya desparecido) y la facción de la Estación (también desaparecida después de trasladarla a otro lugar más inhóspito). Esa gente estaba enfrentada entre si por el poder que otorgaban las dos construcciones (rollo He-Man y el castillo de Greyskull) y diariamente habia enfrentamientos de gran violencia como tirarse piedras y escupitajos a destajo. Por eso nuestro amigo Lokitroll tuvo que huir de aquel infierno y buscar refugio en una ciudad vecina que se decia que estaba llena de gente amable y considerada. Felizmente, Lokitroll vino a hacerse un rincón en esa cultura tan avanzada e intentó por todos los medios ser aceptado en esa civilización, pero lo único que encontró fué rechazo, desmintiendo la leyenda de esa ciudad que parecía tan agradable. Desesperado, Lokitroll pensó en abandonar esa ciudad pero entonces sucedió algo inesperado, dos seres de gran poder aparecieron llevando unos extraños simbolos en sus pechos compuesto por un circulo con dos pistolas y dos rosas rojas. Esos dos seres si parecian aceptar a Lokitroll y eso le hizo sentir muy feliz. A partir de ese momento tuvieron momentos muy emocionantes como su continua visita a unos misteriosos aqüiferos llamados "les Basses de la Foia", subir encima de los coches con el poder del Metal, intentar subir con bicicleta a la cima de una gigantesca montaña llamada "Montsianell" y finalmente la misión más arriesgada de todas, huir de una tormenta de gran envergadura que les perseguia continuamente y hacia peligrar su vida. Hay más historias posteriores pero creo que es suficiente y no quiero aburriros más. Venga hasta otra!

    P.D: Por cierto soy Marcos, amigo de la infancia de Josep y pareja estable desde hace 14 años de su prima tercera. Adeu!

    ResponderEliminar
  7. Hola Marcos, gracias por la aclaración, suponía que eras tú. Entonces tú y Lokitrol erais los que dejabais a Josep atrás con la bici. ¿Realmente llegasteis a subir esa gigantesca montaña, o solo forma parte del mito? Mejor no me contestes porque luego Josep se enfada por tener conversaciones ajenas a su blog y me echa la bronca, lo que me recuerda: ¡JOSEP, QUE NO TENGAS MÁS CRÍOS!

    P.D.: saludos a Mary.

    ResponderEliminar
  8. No podría haber descrito mejor la historia de mi vida :____)

    PD: Lolita, no solo la subimos multiples veces, sino que la parte no mencionada y más interesante era quando la bajabamos y recurdo que mi bici tenia los cables de los frenos rotos y me tocaba frenar aprendo la pastilla de frenos con el pie... muy emocionante ^^

    PD2: Jusep podrias dedicar algún dia una entrada a las "historias del más atrás". Las historias de paternidad me estan preparando para un futuro que quizás nunca tenga, pero que me resulta muy interesante y se q con tus consejos será mejor, pero a veces para mirar al futuro tienes q recordar el pasado de donde provienes...

    ResponderEliminar