jueves, 24 de mayo de 2012

...a la miel le pongo azúcar.

Como veo que una vez más mi sentido del humor ha sido incomprendido y mi intención despreciada, voy a poneros una entrada normal, aprovechando que el jueves todavía no ha terminado y hacemos como que no ha pasado nada.

Hay gente por ahí, muy propensa a flipar. Pero no nos equivoquemos, flipar no es lo mismo que sorprenderse; Una sorpresa implica la acción de otro. Cuando alguien te hace un regalo te sorprende, cuando el jabalí que parecía estar muerto le arranca dos dedos al cazador también es una sorpresa. El flipar, en cambio, es una cosa que la gente hace por que si, sin motivos para ello, por pura simpleza espiritual.
Y no se si soy yo o son ellos, pero hay mucha gente que dice flipar conmigo. Si les digo que no me gusta el fútbol, las victorias de Rafa Nadal, las carreras de Fernando Alonso o que no vi el partido de la final del campeonato del mundo flipan; si digo que no conozco la marca ni el modelo de cualquier coche, flipan; y si les digo que no voy al zoo porque estoy en contra de que se utilice la libertad de los animales con fines puramente lucrativos, flipan.
Hay quien se lo encuentra hecho y espera a ver u oír cualquier gilipollez que no forme parte de su simple vida, para flipar.
Hoy mismo, la chica nueva de la gasolinera (si queréis saber qué le pasó a la otra, solo tenéis que leer la entrada que estará no muy lejos de esta) ha flipado al verme entrar con una camiseta de manga larga con el Sol que estaba cayendo. Y ha flipado. Le he explicado que prefiero llevar prendas largas, blancas y finas a recibir el Sol directamente en la piel, ya que a la hora de conducir me produce más sensación de calor, pero ella no ha podido dejar de flipar. Viendo que no podía abandonar ese estado le he explicado que cuando el calor aprieta más, también me pongo una bufandita para protegerme el cuello.
Y es que como decía mi abuelo (que fue una persona totalmente despreciable pero tuvo un gran sentido del humor y sabía hacer flipar a la gente como nadie): “A mi me gusta tanto el dulce, que a la miel le pongo azúcar”

2 comentarios:

  1. Muy bueno. Me gusta. Yo puntualizaría un pequeño detalle para diferenciar la sorpresa del flipamiento. La sorpresa es un proceso completo con un fin claro: te sorprendes, y lo asumes y ya está, pero el flipar es algo inacabado. La otra persona flipa por algo que haces pero no llega a asumirlo nunca.

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  2. Buenas Capdemunt...
    Sin que esto lleve a pensar en un "chupamiento de miembros viriles", te informo que tu blog ha sido premiado con el Liebster del Capitán Chsitorra.
    Seguimos tus andaduras y continuaremos leyendo tus inestimables aportaciones a la raza humana.

    Saludos

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