lunes, 14 de enero de 2013

A piece of cake (Un pedazo de caca)




La semana pasada. Yo caminando por la calle. El mundo se ve real a mi alrededor; sonidos, olores, gente de carne y hueso… todo muy físico y real. Me alegra el ambiente de realidad que se respira.

Entonces entro en la librería a ver si encuentro ese libro tan buscado. Miro las estanterías mientras el librero, un hombre ya hecho y derecho, enseña un libro a una parejita joven; Ella es una muchacha físicamente atrayente, él me parece sencillamente físico; Hacen buena pareja. Miro libros. “Libros, papel, árboles, bosques, vida…” pienso, y todo tiene un sentido lógico en mi cabeza. Hasta que una frase pronunciada por el librero capta mi atención: “…y esta es la única foto REAL de Jesucristo que existe.” Mi cabeza gira 180 grados esperando verles a los tres cogidos del brazo, con narices rojas de payaso y girando sin parar, pero no, el librero tiene el semblante serio y los dos chavales le escuchan con atención.
¿Fotografía, Jesucristo y Real en la misma frase? ¿Y nadie se inmuta, nadie se pone a gritar o a reír? Así que me acerco un poco a ellos y decido utilizar una técnica que aprendí de un Master del Universo que tuve de crio.





La técnica, como apreciareis en la foto, consiste en un complejo ejercicio de desvertibilización que permite estirar el cuello hasta longitudes impensables para un humano desentrenado. Es doloroso, cierto, pero iba a hacerlo de todas formas para fijarme en el escote de la chica. Y así, con mi cabeza oscilando a un metro por encima de mis hombros me acerqué disimuladamente y lo vi. Vi la foto.







Recogí mi cuello de nuevo mientras el librero explicaba a la asombrada pareja el origen de esa foto: Un médium fue a hacerse un retrato y, sintiendo la presencia del Señor a su lado, le pidió al fotógrafo que hiciera la foto a la pared vacía a su lado; Y el fotógrafo, como se la iba a cobrar igual, hizo la foto y… tachán, apareció Cristo. Y todos fliparon en un éxtasis oligofrénico sin igual por haber visto una foto que podría ser de un hippie cualquiera.
 




Salí de la librería algo aturdido y me quedé un rato metido entre dos contenedores de basura para que impedir que cualquier ser mágico se me colocara al lado y se hiciera fotos a mi costa. Y en ese momento vi salir a la joven pareja y mezclarse entre la gente normal. Y pensé. Si esos dos se creen algo así… ¿Cuántos más lo harán? ¿Cuántos de los seres humanos materiales que pasean por el mundo real tienen fantasías de este tipo y las llevan en secreto (o no) como ese librero que parecía tan serio? Y es que la vida es muy aburrida y parece que no somos nadie si no hemos visto alguna vez un fantasma o nos ha abducido un OVNI. Antes, decir que habías visto una sombra cruzando la pared de tu salón era un signo de estupidez  y ahora lo es si no acompañas la historia con que esa sombra se ha materializado y te ha violado.  ¿Solo la has visto? Eso podría haber sido cualquier cosa… Si tú supieras lo que me pasó a mí, se te pondría la carne de gallina. Lo que si tengo de gallina son los huevos sería la respuesta, pero no. Ya no se puede uno reír ni de los frikis con superpoderes porque ahora ya forman parte de una mayoría bien aceptada por la población, que se vuelve creyente por inercia e idiota por pereza. 

Así que me marché de allí, cabizbajo, abatido, marginado en un mundo que hasta hace poco me parecía colorido y brillante y que se acababa de volver gris y opaco, repleto de gentes raras a las que no me atrevía ni a saludar por si me salían con alguna cosa metafísica y descubrían que yo, como el tipo ese del bigote que se resistía a ser un ultracuerpo, no estaba dispuesto a entrar en su juego. Hasta que me tranquilicé pensando en que aquí todo funciona a base de ego; aquí nadie quiere ser menos que nadie pero si más que los otros, sea para bien o para mal; aquí todo vale para hacerse ver o hacer negocio aunque al final todo sea un absurdo. Y es que como diría esa señora rubia y gorda, visionaria de fantasmas de la que ya he hablado alguna vez y no quiero volver a nombrar, aquí todos quieren su “Piece of cake”.

3 comentarios:

  1. Anímate hombre! qué sería de nuestras vidas si no amenizáramos las tertulias con estos seres metafísicos y superiores a nosotros en lo espiritual?? Sólo hablaríamos de crisis y medidas económicas, y yo moriría...

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  2. A mi también me asombra la facilidad con que la gente se cree este tipo de cosas, que como ya sabes a mi me parecen absurdas, lo que no tengo tan claro es cuándo basas tus relatos en la vida REAL y cuándo son enteramente producto de tu imaginación. Por cierto, ¿de verdad puedes estirar el cuello como el bicho de la foto?

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    1. Pues mira, todo en este relato es REAL a excepción de lo del cuello que si es una pequeña exageración.

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