lunes, 12 de septiembre de 2016

Me cago en… La gente que se inventa su propia religión y encima se la cree.





Yo no me considero una persona especialmente inteligente; de hecho, si miro atrás y me fijo en decisiones tomadas, cosas que he dicho y situaciones en las que me he encontrado, podría afirmar con cierta objetividad que soy un poco tonto. Pero por suerte para mí y desgracia para el mundo, hay personas por ahí que me hacen sentir como Marilyn Monroe. Y esas personas son, como reza el título de esta entrada, las que tal. Pongámonos en situación.

Un día normal en una conversación normal con personas aparentemente normales (pero no, porque una de ellas es subinteligente), en un momento dado y porque la conversación así lo permite, se me ocurre afirmar que no creo en dios ni en energías cósmicas ni en nada que esté más allá del alcance de mis cinco sentidos, momento en el cual esa persona de la que les estoy hablando se levanta con un ictus de furia/indignación/remordimiento y afirma que ella si cree… pero a su manera. ¡Lol XD lol XD! ¿Qué gallinula chloropus significa eso? Pues dos cosas: Primera que si viviésemos en otra época no tan remota, esa persona estaría denunciándome ante la santa inquisición por hereje y en un rato ya me estarían quemando en la hoguera; y segunda que aunque es fiel creyente, no soporta las maldades cometidas por la institución eclesiástica y se quiere desmarcar. Para hacernos una idea, es como si alguien vota al PP pero nos intenta convencer de que su voto va solo para aquellos que nunca nos han robado ni mentido “porque yo tengo mi propio partido político”.

Pero seamos realistas. Inventar religiones siempre ha molado. A algunos les ha salido muy bien mientras que a otros así así, pero siempre se han creado para engañar a los demás. Mola hacer como los mormones que aseguran que Cristo les dejó unas tablillas enterradas en un campo del continente americano o como Anton Lavey, que utilizó su poder e influencia para hacerse fotos con un montón de tías jamonas. ¿Pero creían ellos en sus propios truños místicos? Por supuesto que no. Inventarse algo y creérselo es como agarrarse del pelo y levantarse del suelo; muy Tom y Jerry. Que alguien diga en público que ha creado su propia religión, o que cree en dios a su manera y que encima me mire mal por decir que yo simplemente no creo, me hacen arrepentir de no haber viajado a china de pequeño y haberme entrenado duramente con un estricto pero a la vez paternalista maestro de kung fu, para ahora sacudirle una patada giratoria aérea en el pómulo, con todo el estilo. De esas que se ven a cámara lenta y luego ya salen las letras del final.
¿Cómo si no este gordaco calvo se iba a rodear de tanta fémina turgente?

4 comentarios:

  1. Despues de leer esto estoy pensando en montarme mi propia religión... tienes amigas jovenes y buenorras a las que invitar ?

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    1. alabado sea Giga Trol. yo me pido un puesto alto en esa religión. de los que están de pié, no de rodillas.

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    2. Giga Trol... Si tuviese amigas jóvenes y buenorras, no tendría que escribir en un triste blog.
      Victor... Para estar de pie, antes hay que pasar una temporada de rodillas. Esto funciona así.

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    3. como la religión es nueva, el reparto de puesto se puede hacer desde el principio, ya los que lleguen después, los reticentes como tú, que pasen por la penitencia.
      Alabado sea Giga Trol.
      Si no, me creo yo mi religión.

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