miércoles, 2 de agosto de 2017

Os lo juro.



Os juro que este año no quería. Os juro que no estoy de humor y este tipo de cosas no apetecen. Acabo de enviar el libro nuevo a la imprenta y eso me ha representado una carga de estrés que no me esperaba. Y luego está el trabajo, que estas fechas no perdona. Y todo el mundo tiene prisas y tu no quieres saber nada de él pero ahí está: El mundo que te oprime y te empuja y te obliga a ir a su ritmo.
Y cuando crees que no puedes más, sigues adelante y maldices al cielo donde te observa un poderoso e inmisericorde astro que recalienta nuestra vida hasta el límite del licuado. Y entonces te das cuenta de que…
Hace un calor que…
Te torras.
Te torras.
Y te torras.


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