martes, 13 de diciembre de 2011

Sueños (Paternidad parte 10)

Cuando uno es padre, es inevitable el soñar con el futuro de su retoño. Soñar no es ningún delito, aunque escribirlo en un blog si debería serlo; Pero mientras modifican el código penal voy a aprovechar la ocasión.
A mi me gusta mucho la astronomía y estoy decidido a pasar mis someros conocimientos a mi hija con la esperanza de que acabe gustandole todo aquello que hay más allá de nuestro cielo. De momento sabe reconocer y nombrar cosas como "estrella", "luna" o "avión" (esto no es un cuerpo celeste pero no le voy a exigir tanto). Cuando sea más mayor voy a enseñarle las constelaciones más faciles de ver y más adelante ampliaremos conocimientos juntos.
Cuando sea mas mayor decidirá ser astrofísica para ir más allá de lo que su pobre padre podía enseñarle y será ella quien me enseñe a mi, hasta que sus conocimientos queden más allá de mi alcance y comprensión. Será entonces, en algun momento del futuro cuando descubra un cometa desconocido hasta la fecha y le ponga de nombre "Capdemut" en honor a su padre, el hombre que la inició en ese apasionante mundo.
Algunas generaciones más tarde, cuando mi nombre se haya borrado por completo de la faz de la tierra y no quede nada en el mundo que recuerde mi existéncia, alguien descubrirá horrorizado que el cometa Capdemut se acerca a la tierra a toda hostia sin posibilidad de error. Entonces la humanidad del futuro reunirá a los mayores héroes de la tierra y los equipará con la más novedosa tecnología para desviar el rumbo de Capdemut y así salvar la tierra. Pero por muy futurista que parezcan las cosas, la humanidad sigue siendo un nido de chapuceros patéticos, la misión saldrá mal y los héroes morirán sin pena ni gloria y Capdemut se estrellará contra la Tierra, convirtiendo nuestra amada civilización en una barbacoa de basura.
Pero los sueños solo son sueños.

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