miércoles, 4 de abril de 2012

El afinador de pianos

Hace ya bastante tiempo comencé una nueva sección llamada “Grandes profesiones” en la que pretendía hablar de esos oficios más o menos conocidos que por sus características intrínsecas creía que merecía la pena describir aquí. Tras mucho tiempo buscando una buena profesión, he decidido continuar la sección hablando del “Afinador de pianos”. Si, existe.

El ser afinador de pianos es uno de esos oficios que más satisfacciones dan tanto a nivel profesional como de usuario. Estos maestros afinadores combinan la habilidad artesanal de sus manos con un oído musical impecable. Les basta oír una nota para tensar cada cuerda con precisión milimétrica para encontrar el tono exacto. Si, lo reconozco, me habría gustado dedicarme a eso, a pesar de ser algo vocacional para lo que posiblemente jamás estaré preparado. Y como suele ser habitual en mí en estos casos, mientras imagino mi vida como afinador de pianos, la realidad se desvanece a mi alrededor con un característico sonido de arpas y me despierto en mi sueño.
Me presento en casa de mi cliente, bien vestido, con un par de zapatos negros de esos brillantes, chalequito marrón y el pelo engominado para atrás, cogido en una coleta. Con porte serio y maletín en mano llamo a la puerta y aparece la típica muchacha con gafas, aparato en los dientes y el pelo moreno y largo recogido en un moño y vestida como en los años cincuenta. Si, es esa. La que en todas las películas al final se arregla y resulta que es la más atractiva del instituto.
Entonces paso al interior y me pongo a lo mío, hasta que descubro que me he olvidado el diapasón, elemento indispensable para encontrar el tono adecuado. Entonces reparo en que la chica debe ser una buena música y la llamo para que me ayude.
-A ver muchacha, dame un FA. Así, mantenlo, abre un poco más la boca. Saca un poquito la lengua. Cierra los ojos. Agachate un poco… un poco más…. un poco más…. Asi, perfecto.

Felación:
(Del lat. mod. fellat?o, der. de fell?re, mamar).
f. Acción de felar.

8 comentarios:

  1. Estás fataaaaaaaaal!!! XD

    (Elián)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, fatal estais vosotros/as por leer tanta chorrada periodicamente.

      Eliminar
  2. Creo q a alguién le hacen falta unas vacaciones... a un sitio de esos con camareras generosas.

    ResponderEliminar
  3. Esto es una reflexión o una película porno barata??
    (Isabel)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mis reflexiones siempre se han parecido a peliculas porno baratas. No se de que te extrañas.

      Eliminar
  4. Yo creo que es la segunda opción. Pero no me voy a poner en plan "chica", como dice mi hermano, porque al fin y al cabo todos nosotros sabíamos desde el inicio, incluso mucho antes de pinchar en la entrada, que la historia acabaría en felación. Admito que lo del aparato en los dientes me había despistado un poco, pero en lo más profundo estaba segura del desenlace.

    Por cierto, Josep, he estado pensando que si recopilaras todos tus relatos en un libro yo me sentiría muy honrada de escribir el prólogo, incluso tengo algunas ideas: "las pollas siempre formaron parte de su imaginario personal".

    ResponderEliminar
  5. Así me gusta, Lolita, siempre anticipandote a lo obvio. Y si alguna vez recopilara esto en un libro, te llamaría para ese prólogo; Asi por lo menos habría algo de calidad en él.

    ResponderEliminar