lunes, 21 de diciembre de 2015

Regalos de mierda (parte 9 de 284)



El niño se despierta con un grito. Aparta a un lado las sábanas empapadas en sudor y llama asustado a su madre.
-¡Mamá, mamá!
-¿Qué te pasa, hijito? ¿Has tenido otra pesadilla? –Le dice con voz amorosa.
-Sí. He soñado que mi futuro era una mierda por culpa de un despertador chungo que me regalabas y que me hacían esclavo y… (Ver capítulo anterior de “Regalos de mierda”)
-Oh, pobrecito. Pero no te preocupes que mamá nunca te haría algo así. Es más… Acabo de comprarte un reloj que iba a reglarte por tu santo pero te lo doy ya.
Y entonces la madre toma a su hijo por la muñeca con dulzura y le coloca un bonito reloj.
-Aquí tienes. Para que nunca, nunca, nunca jamás vuelvas a preocuparte por la hora que es.
La madre le da un beso en la frente y se marcha, dejando a su hijo todavía en la cama y mirando su reloj con atención.


Al cabo de tres horas y viendo que no podía salir de su ensimismamiento le llevaron al hospital donde le recetaron antidepresivos. Y a correr.

2 comentarios:

  1. Pobre crío. ¡Qué viva los controles de calidad! y los saltos en el tiempo.

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  2. Me mola ese reloj para mis 5 minutitos de más a la hora de levantarme. *_*

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