jueves, 10 de noviembre de 2016

Vamos, que esto se acaba.





Por fin ha llegado El Día. La criatura primigenia de las profundidades ha despertado  y ha emergido para llevar el mundo a la locura y la desesperación… O eso parece por lo que comenta la gente como loca en las redes sociales. Donald Trump ha ganado las elecciones del país más poderoso del mundo y eso solo puede significar que es el fin de nuestra civilización tal y como la entendemos. Pero aunque entiendo el miedo… ¿Es realmente tan raro que haya ganado? ¿Está justificada tanta incomprensión y manos alzadas al cielo exigiendo un porqué? Desde mi humilde opinión de persona que no tiene demasiada idea de política ni de casi ninguna otra cosa, no.

Ahora voy a ponerme serio y a explicaros todo esto tal como yo lo veo. Para mí la victoria de Trump guarda un claro paralelismo con la de Rajoy en España, no por las campañas de ambos candidatos ni por las promesas electorales sino por los perfiles de sus votantes. En primer lugar tenemos al obrero oprimido por su jefe, al que fríen a impuestos y le recortan los derechos laborales como collares de oro en barrio gitano. ¿Por qué esa persona vota a Rajoy? Pues está muy claro. Rajoy es un tipo bastante feo, notablemente idiota, que apenas sabe hablar y que ha demostrado muchas veces que no es capaz ni de entender lo que lee. Pero Rajoy también es un tío que gana una pasta sin dar golpe, que tiene una mujer diez años más joven que él y que si la caga en el trabajo… no pasa  nada, incluso le aplauden. Rajoy es por lo tanto, el sueño de todo obrero oprimido y como héroe al que parecerse, la persona que se lleva ese voto. Del mismo modo, Pablo Iglesias lo tiene jodido para gobernar algún día porque no para de hablar de esfuerzo, de cambio, de hacer cosas… Y la gente normal que está hecha polvo cuando llega a casa, se cansa solo de oírle.

Trump, por su parte, es un multimillonario amante de las armas abiertamente racista, machista, casado con una modelo chorrocientos años más joven y que no tiene problemas en soltar la primera barbaridad que se le pasa por la cabeza, cosa que no podemos negar, es muy americana. ¿Y qué pasa con el famoso voto latino? ¿Ese suramericano que llegó a Estados Unidos en patera o cruzando el desierto y que ha tenido que malvivir para encontrar un trabajo medianamente humano y hacerse con una chabola donde vivir? Pues precisamente, lo que ahora quiere una vez alcanzado ese anhelado sueño americano, es hacerse rico, comprarse un revolver y defender su nueva nación de inmigrantes que vienen a quitarle el trabajo, aunque sean sus propios hermanos.

Y es que los humanos no somos seres solitarios e individuales, con metas elevadas y objetivos heroicos. Somos más bien como las ovejas de un rebaño que empujan a las demás por el barranco para tener más pastos para ellas y que obedecen al perro que más ladra mientras sueñan con ser perros algún día, para poder ladrar a sus congéneres y ver como caen por los barrancos. Y aquí Trump ha sido el perro que más fuerte ha ladrado y todas las ovejas se han metido en el corral. Ahora veremos si solo las esquilan o si al final las sacrifican.

3 comentarios:

  1. A mí me ha encantado el artículo que escribió Michael Moore sobre porqué iba a ganar Trump... ¡el 28 de julio!

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  2. Tan cruel como real... ¡¡¡beeee!!!!!
    Sólo una cosa, ¿los que no queremos ser ovejas y no votamos a esos perros ladradores?
    Seguro que nos sacrifican.

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  3. Si bush y Aznar se hicieron intimos... Rajoy y Trump van a montar una porno? El fin del mundo tal y como lo conocemos se acerca...

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