viernes, 8 de enero de 2021

Vuelven los reyes magos.

 


Si mirásemos atrás, muy muy atrás, justo en la zona perineal de este mismo blog, encontraríamos el que fue el primer relato que publiqué y que años después incluí en mi exitoso libro “La onomatopeya del ladrido y otros relatos pulp”, llamado “El incidente de belén”.

Lo escribí al recordar una anécdota sobre los reyes magos que nos contó una profesora del cole, y que seguramente se lo inventara en el momento, sobre el motivo por el que Melchor tenía el cabello completamente blanco a pesar de ser el más joven de los tres. Esa inocente anécdota incluía, además del “lore” propio relacionado con el nacimiento del niño Jesús, un elemento bastante atractivo como era una maldición divina, algo muy común en las escrituras antiguas y todavía aprovechable hoy en día. Así nació “El incidente de Belén” hace ya casi diez años.

El relato gustó en su momento y por ello llegué a publicar una segunda parte en este mismo blog que ya no gustó tanto y cuando lo rescaté para que tuviera forma física en un libro, me picó el gusanillo de seguir con esa historia, que se había quedado con tres reyes magos renegados viajando en el tiempo hasta el presente. Y así escribí esa tercera parte y la dejé guardada en un cajón. Allí permaneció mientras pensaba en si debía publicarla en una segunda parte de “La onomatopeya…”, como un relato independiente, e incluso contemplé la idea de convertirlo en un comic, pero al final todo se reducía a lo mismo: invertir esfuerzo y dinero en un producto que solo iban a leer cuatro frikis, como pasa con los “Wonderland”, que cuanto más gratis son, menos se leen.


Como ya sabréis, queridos lectores, he empezado el año sin demasiadas ganas de seguir contando mis anécdotas laborales o reflexiones personales. La vida pasa, las cosas cambian y ahora disfruto pintando miniaturas, jugando, escuchando música a oscuras y escribiendo para mí y solo para mí.

Y en ese cajón se habría quedado esta tercera parte del “Incidente de Belén” de no ser por la terrible pesad… por la justa insistencia de nuestro querido Victor Sesmero por leer esa continuación (que ni siquiera sabía que existía) y mi hastiada resignac… mi abnegada voluntad de agradar a mis lectores.

Así que id preparándoos, repasad los anteriores capítulos de esta serie (aunque este último se puede leer con independencia de lo acaecido anteriormente) y no despeguéis los ojos de este blog porque en breve dará comienzo “El incidente de Belén Parte 3: Han llegado los reyes”.

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