jueves, 16 de febrero de 2012

Psicofonías (Toses y eruptos del más allá)

Uno de los fenómenos más comunes en cuanto a la comunicación con el mundo de los muertos es la psicofonía. El método para obtener una es bien sencillo: Coges una grabadora de mano (un teléfono móvil cualquiera también vale) y lo metes en cualquier lugar lúgubre y deshabitado como un cementerio, una casa abandonada o una biblioteca, y dejas el aparato grabando solo. Al dia siguiente vas a recuperarlo y si n te lo han robado, escuchas detenidamente la grabación a todo volumen; A partir de ahí solo tienes que malinterpretar el primer sonido extraño que aparezca, ponerle un subtítulo para sugestionar al oyente y proclamar a los cuatro vientos que un señor o señora se ha puesto en contacto contigo desde el mundo de los muertos.
El primer caso y uno de los más famosos sucedió hace la tira de tiempo entre un padre y un hijo. Ambos estaban algo obsesionados por el tema de la vida después de la muerte y el padre, viéndose jodidillo de salud le prometió al hijo que cuando llegase al otro lado le daría alguna señal inequívoca que demostrara al mundo que había algo mas y que no habían malgastado sus vidas en gilipolleces. En efecto el padre murió (ganas no le faltaban), y esa misma noche sonó el teléfono. El hijo descolgó el auricular, ya con el mosqueo en el cuerpo y pudo oír la voz de su padre que pronunciaba la frase “Estoy muerto”, a lo que el sorprendido hijo respondería: “Papá, dime algo que no sepa”. Pero la comunicación terminó allí. Este caso demuestra que en el otro mundo, además de poco tiempo para llamadas, la gente se vuelve un poco idiota.
Como este, hay cientos de casos más pero no quiero alargarme demasiado; Así que solo me gustaría comentar que a medida que la tecnología avanza, también evolucionan los métodos de comunicación paranormal y además de las psicofonías, hoy en día tenemos videofonías, que se realizan con una cámara de vídeo enfocada a la tele y las más modernas webcamfonías, que se hacen de cintura para abajo. Pero esta es otra historia.

Antiguamente hacía falta algo más que un simple magnetofono para grabar sonidos. Este señor está arrepintiendose de haberse dejado la pasta en semejante cachivache para lo que le está sirviendo.

3 comentarios:

  1. Nunca he dudado que las webcamfonías eran obra de verdaderos fantasmas. A mi por lo que me han contado...

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  2. Jajaja, muy bueno. La gente deberia saber que lo del padre y el hijo es verdadero. Yo no creo en los fantasmas que van por ahi hablando al personal, pero yo por si acaso nunca he dejado una grabadora funcionando.
    Por cierto, muy bueno el detalle de la biblioteca como lugar lugubre y abandonado. (siento la falta de acentos, el ordenador tiene la culpa, lo juro).
    (Ah, soy Isabel, no tengo ganas de poner mi cuenta)

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