jueves, 9 de febrero de 2012

Una nueva consulta ha llegado a mi correo, lo que demuestra que la gente sigue teniendo en estima mis consejos, o bien que la gente no tiene muy laro lo que hacen. En cualquier caso, paso a poner aqui el correo recibido para después exponer mi respuesta.

Hola capdemut, soy una mierda, he visto que hace tiempo q no se usa el consultorio por eso voy a formularte una pregunta para reavivarlo.
La gente tiene muchos dilemas en su vida, muchas reflexiones filosóficas. Yo sólo tengo una:
Cuando hablo con alguien a quien no conozco, o escribo algo relacionado con el miembro viril, qué uso: pito, pene, polla, minga, cataplín? Y con el órgano femenino: chocho, pepe, coñamen, almeja, vagina...


Si amigos. La gente sigue confiando en mi sabiduría pero asi están las cosas, en fin...
Querido amigo, es totalmente natural en conversaciones casuales o reuniones sociales varias, querer hablar sobre nuestro órgano sexual o le de nuestros congéneres y no saber cómo o cuando hacerlo sin que suene irrespetuoso u ofensivo. A mi particularmente, me pasa muy a menudo, por lo que he terminado por crear unas pautas básicas que seguir, las cuales paso a facilitarte.
En primer lugar hay que tener en cuenta el ambiente en el que nos encontramos. No es lo mismo una reunión formal con tus jefes u otras personas de alto nivel económico o cultural que una charla distendida con personas a tu misma altura. En el primer caso habrá que utilizar un lenguaje culto que demuestre que sabes de qué estás hablando, y esperar el momento propicio. Por ejemplo, en el momento inevitable en el que todos vacilan de sus logros en la vida y suelten frases como “Mi yate es mejor que el tuyo porque es un Volvo y vale más pasta” o “A mi no me vengáis con esas cosas porque he estudiado una ingeniería” es el momento de decir aquello de “Tengo luengo el badajo”. Seguro que todos quedan admirados y sorprendidos por tu dominio del lenguaje. Otro caso diferente lo tenemos si la reunión tiene lugar en un lugar con niños, ya que estos suelen quedarse con las palabras malsonantes y repetirlas continuamente como si no existiera nada más en el lenguaje humano. En ese caso, para hablar de tu pene, por ejemplo, con la madre de uno de esos chavalines, puedes usar palabras como “Palito del amor.”. Seguro que ella acaba agradeciendo tu gesto educativo. En otras situaciones más distendidas son válidas expresiones como “¿Quieres probar mi calipo de carne?” o “Ven amanejar mi joystick térmico”.
Eso si, en caso de que quieras referirte al sexo contrario hay que llevar mucho cuidado, ya que puedes llegar a recibir gran cantidad de daño en la zona genital de no usar las palabras correctas. Al contrario que nosotros, que nos la sacamos en cualquier momento y lugar, ellas sienten un gran recelo por sus intimidades y por eso, para evitar rodillazos hay que hacer que se sienta halagada e importante. Para ello propongo utilizar palabras como “Núcleo indivisible del amor” o “Célula madre, centro del universo infinito”. Puede que suene mal, pero para cuando ella se da cuenta de qué has dicho y venga a darte el rodillazo, tu ya estarás muy, muy lejos.
Espero haberte servido de ayuda a ti y a todos aquellos con tus mismos problemas. Y para cualquier cosa ya sabeis: Mandad un mail con vuestras dudas con el encabezado "Ayudame Capdemut, soy una mierda..." a capdemut@hotmail.com

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gracias Capdemut! A partir de ahora mis "pastelillos de coco" van a estar protegidos ante ataques frenéticos de hembras ofendidas :^)

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  3. No sé qué me ha horrorizado más el "palito de amor" a la madre de un niñito, o el "calipo de carne"... Los femeninos tienen mucho más estilo, las cosas como son, pero me pregunto en qué situaciones los necesitas tú.

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  4. En muchas, isabel... en más de las que te imaginas.

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