domingo, 3 de noviembre de 2013

Otra consulta para el DR. Testículo



Hace tiempo recibí esta consulta y me pareció tan estúpida que ni siquiera pensaba responderla pero como ando escaso de colaboración, no me queda otra que hacerle caso a este personaje. Asi que ahí va la consulta y seguidamente mi sabio consejo.

Saludos Dr. Testículo. Soy M de M y tengo el siguiente problema. Resulta que tengo una vecina, de mi mismo bloque con la que solía encontrarme en la escalera y/o ascensor y que me empezaba a gustar bastante. Lentamente fuimos conociéndonos mejor y a veces charlábamos en el parque de enfrente un rato. Todo iba bien hasta que ella se compró una perrita a la que puso de nombre “Miststas”, como la del chiste, si. Un día la perrita se le perdió y ella acudió en mi ayuda pero cuando me preguntó eso de “¿Has visto a Mistetas?” yo quise hacerle la gracia y le contesté que no, pero que me gustaría verlas. Y desde entonces está enfadada y ya no me habla.
Ayúdeme, Dr. Testículo. ¿Qué puedo hacer para recuperar su amistad?

Vamos a ver, amigo M. Si esto fuera un consultorio de verdad, de esos de despacho, le habría cerrado la puerta en los morros, pero como la distancia virtual que nos separa no me lo permite, voy a tratar de ayudarle. Pero antes, déjeme decirle que si usted quería llegar a algo con esa chica, lo último que debería haber hecho era nombrarle sus tetas, por muy chistosa que se prestara la situación.
Realmente se encuentra usted en un punto complicado. Ella está enfadada y apenas se conocen, lo cual es muy propicio para el distanciamiento y el olvido inmediato. Lo único que se me ocurre así de primeras es que se haga usted con un perro y le ponga de nombre “Miscojones”, de modo que en un momento dado pueda acercarse a ella y decirle “¿Quiere ver a Miscojones?” lo que hará que en ese mismo instante ella se dé cuenta del compromiso en el que le puso al preguntarle por su perra anteriormente y comprenda lo equivocado de su reacción hacia usted. O eso, o le denuncia directamente; pero ese ya no es mi problema.

Y así, con otro entuerto resuelto me despido. No olvidéis exponer vuestros problemas al Dr. Testículo escribiendo un mail a capdemut@gmail.com dejando claro en el título que es un mensaje para el consultorio. Y nada más. A ser felices.

1 comentario: