martes, 5 de abril de 2016

Consultorio del Dr. Testículo (y van 13)



Otro lector con problemas ha acudido a este blog con la intención de ser ayudado y como no, el Equipo Testicular nos hemos puesto a trabajar para encontrar una solución a su inusual problema. Ahí va su mensaje:

Hola Dr. Testículo, soy una mierda.
Tengo un problema bastante grave y no sé cómo salir de él, por eso acudo a su sabiduría para ponerle fin. Le cuento:
Estas navidades asistí a la cena de empresa de mi nuevo trabajo; no suelo asistir a esos eventos, pues me parecen hipócritas y falsos, pero como apenas llevaba unos días trabajando allí, hice una excepción. A la hora de la cena nos dieron a elegir carne o pescado y yo me decanté por la carne, lo que fue mi gran error y la base de mi problema. Cuando llevaba medio plato comido me metí en la boca un trozo excesivamente grande y bastante correoso y se me hizo bola, viéndome incapaz de tragármelo. Me pareció de muy mala educación escupirlo delante de mis nuevos compañeros, así como irme al baño recién empezada la cena, por lo que opté por seguir masticando de forma indefinida hasta acabar con él. Pero no resultaba fácil. Pasé los postres, el baile y la barra libre masticando la bola y cada vez me parecía más inadecuado escupirla, ya que por otro lado, la velada estaba saliendo muy bien. Cuando llegué a mi casa vi el momento oportuno, pero al día siguiente había quedado con ellos para una minireunión y me di cuenta de que si acudía sin la bola se percatarían de que la noche antes había pasado un apuro, así que me presenté masticando y no llamé la atención.
El caso es que acabamos de pasar semana santa y sigo masticando la misma bola de carne y ya no sé qué hacer. Dar marcha atrás me parece una locura ya que tanto yo como mi entorno nos hemos acostumbrado a ella. Y esta es mi duda: ¿Debería escupirla o quedarme con ella?
Gracias. Gervasio.

Amigo Gervasio:
El tuyo es un problema relativamente común, y puedo asegurarte que has tomado la decisión adecuada hasta el momento. Cuando uno renuncia a algo, hace evidente que ese algo existe, y ello puede traer funestas consecuencias. Ahora tus compañeros de trabajo te ven como a uno más mientras masticas la bola, pero si apareces sin ella se darán cuenta de que llevas más de tres meses masticando el mismo trozo de carne y te verán como alguien indeciso y sin fuerza de voluntad. Y no queremos que pase eso. Por eso te aconsejo que te la quedes, que la mastiques con orgullo y demuestres así al mundo que eres el dueño de tus propios actos. Créeme Gervasio, que esta bola te convierte en mejor persona. No renuncies a ella jamás.

Y así, con la satisfacción del deber cumplido, despedimos la sección hasta nuevo aviso. Recordad enviar vuestros problemas a capdemut@gmail.com con el encabezado “Dr. Testículo, soy una mierda” y lo valoraremos. Gracias por pasaros por aquí.

4 comentarios:

  1. ¿esto es una metáfora? puede y sólo puede, que a mí me pasara algo similar. Pero era con una flema en la garganta, desde entonces hablo como si estuviera haciendo gárgaras.
    Es un alivio ver que hay más gente como yo.
    Gracias Dr.

    ResponderEliminar