sábado, 1 de marzo de 2014

Max, el conejo de la muerte (Paternidad 30)

Si hay algo capaz de acabar con los nervios de unos padres, de forma pasiva y a distáncia, eso son los dibujos animados; bueno, no solo los dibujos en sí, sino las repeticiones que nos vemos obligados a ver. Porque a los niños no les importa ver la misma película cien o doscientas veces si es preciso y, si además es de Disney, con sus canciones y sus voces de OT, la cosa ya se vuelve desquiciante. Imaginad, por poner un ejemplo, a un rudo camionero de 35 años que llega a una fábrica para descargar 15 toneladas de piedra y se sorprende tarareando "La puerta hacia el amor" frente a los estupefactos operarios del lugar.

Max, preparando alguna cabronada
Pero si tuviese que elegir un solo personaje odioso entre todos los que me veo obligado a visualizar, ése sería sin duda, Max, el conejo de la suerte. ¿Como, que en el título de la entrada ponía muerte? Si, ya, lo he puesto para llamaros la atención... Max, para quien no lo sepa, es un conejo que vive con su hermana coneja en una sociedad conejera practicamente idéndtica a la humana, pero que él, a diferencia de sus congéneres, tiene la capacidad de sacar de sus casillas a cualquiera. Tiene comportamientos repetitivos y antisociales, desbarata todos los juegos a su hermana y sus amigas, no es capaz de articular una frase completa y repite, repite, repite la misma palabra todo el rato. Si hubiese un podium para los personajes de dibujos más insoportables, Max estaría en lo más alto, sin duda alguna. Y al final la cosa cabrea y piensas en que la autora de esos dibujos quiere vengarse del mundo por algo que le pasó cuando era pequeña y por ello creó un bicho tan atractivo para los niños y a la vez destructivo para sus padres. Y ahí fué cuando, en un ataque de cagarme en ella, pensé que quizás todo tenía un porqué; pensé que igual la mujer tenía un hijo con autismo o similar y que el conejo le representaba en un mundo ideal sin hostilidades, sin discriminaciones y con oportunidades para todo el mundo independientemente de sus peculiaridades. Y lo busqué en la Wikipedia. Y nada de eso. La tia lo hace por joder y ya está.

2 comentarios:

  1. Jajaja, terrible el conejo este, le tengo un ascazo... Pero te has olvidado de la terrible Dora, y su puto primo, Diego go, diego go, diego go, Diego go, Diego go, Diego go, Diego go, y así hasta que te clavas unas agujas en los oídos.
    (Isabel)

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    1. Cualquier personaje se vuelve terrible después de verle durante varias horas al dia. Lo malo es cuando ya son malejos de base. Ahí empezamos mal.

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